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El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, antiguo KGB) detuvo en la frontera con Polonia a un ciudadano francés que portaba en el coche dos lanzagranadas, 125 kilos de explosivos y cinco fusiles Kalashnikov, y que según Kiev planeaba atentar en la Eurocopa que empieza esta semana en Francia.
“Los objetivos eran, por extraño que parezca, una mezquita, una sinagoga, una institución de recaudación de impuestos, instalaciones de control sobre las autopistas y muchos otros lugares”, indicó hoy en rueda de prensa el jefe del SBU, Vasili Grischak.
El grupo para el que llevaba las armas el detenido planeaba una quincena de atentados durante la celebración de la Eurocopa, agregó.
El presunto terrorista llegó a Ucrania en busca de una gran partida de armamento, consciente de que el país es desde hace poco más de dos años escenario de un conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos.
Los servicios de contraespionaje ucranianos pusieron en marcha la operación, que culminó el pasado 21 de mayo con la detención del sospechoso, cuando fueron informados de que un hombre de nacionalidad francesa se interesaba por la compra de armas.
Las autoridades le entregaron “cinco fusiles Kalashnikov, más de 5.000 proyectiles, dos lanzagranadas antitanque con 18 proyectiles, 125 kilos de trilita, 100 detonadores, 20 pasamontañas y otros objetos”, explicó Grischak.
El jefe del SBU lamentó que todavía no se haya producido una reacción de las autoridades francesas, que estaban al tanto de la operación.
“Nosotros actuamos en el marco de las convenciones internacionales que prevén la cooperación entre los servicios especiales. Puedo decir que la detención en la frontera no fue una sorpresa para nuestros colegas” franceses, subrayó.
Más de 9.300 personas, entre civiles y combatientes, han muerto en el este de Ucrania desde que estalló el conflicto armado en mayo de 2014, tras la sublevación prorrusa en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk.