El venezolano viene de firmar una mala temporada, pero su equipo espera que en 2018 esté al mejor nivel. Los Tigres de Detroit se niegan a aceptar que el criollo, considerado uno de los mejores de la historia de Venezuela, está acabado. De hecho, Al Avila, gerente general del equipo felino, afirmó que el primera base se entrena para volver con todo
El 2017 se podría catalogar para Miguel Cabrera como un año para el olvido. Su rendimiento fue el más bajo para él en Grandes Ligas desde que juega allí, con un promedio de .249, 16 jonrones y 60 remolcadas en 130 juegos.
Los motivos fueron muchos, pero los principales dos: sus lesiones, y un aspecto aparentemente psicológico que no lo dejaba estar cómodo en el campo de juego y que incluso lo llevó a pelearse con un pelotero de los Yankees durante un encuentro.
Según confesó el propio Cabrera, esto último se debía en parte a la crisis en Venezuela, que se complicó aún más con protestas antigubernamentales que tuvieron lugar entre los meses de abril y julio. “Es duro ir al terreno y saber que a la gente la están matando”, expresó en alguna oportunidad.
Sin embargo, desde los Tigres de Detroit se niegan a aceptar que el criollo, considerado uno de los mejores de la historia de Venezuela, está acabado. De hecho, Al Avila, gerente general del equipo felino, afirmó que el primera base se entrena para volver con todo.
“No solamente ha bajado de peso, sino que está en un programa que le va a fortalecer todos los músculos y que lo va a ayudar a resolver el problema de la espalda que él tiene. Sé que va a regresar al 100%. Esperamos que él regrese a lo que es lo normal”, comentó a Las Mayores, durante las reuniones invernales de la organización que se llevan a cabo en Disney World.
“El año pasado fue un tiempo muy malo para él (…) Sufrió mucho jugando con esos dolores, porque él es así. Es un hombre que juega con dolor. Pero en este proceso, si Dios quiere, regresará sano y preparado para seguir su carrera normal”, agregó.
¿Volverá el mejor Cabrera?
Algunos dicen que solo hace falta que Miguel Cabrera se retire para que entre al Salón de la Fama del mejor béisbol del mundo. Su promedio de por vida de .317, con 462 cuadrangulares y 1612 impulsadas posiblemente avalen esta teoría.
“Esta temporada no me define”, dijo el oriundo de Maracay. Y probablemente ningún fanático en el mundo lo ponga en duda.