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Los devotos de la Virgen del Carmen acompañaron a su patrona por las calles del casco central marabino. La comunidad se concentró en la Catedral de San Pedro y San Pablo, luego de la eucaristía solemne presidida por monseñor Jesús Quintero.
A las 8.00 de la mañana de ayer, 600 policías de la región se acercaron al templo y escucharon la misa por el día de su oficio, según informó Allan Sillié, sacristán de la Catedral. Nueve horas después, los feligreses emprendieron la procesión, en compañía del coro Getsemaní y de la coral de Niños Cantores, Sociedad Religiosa de los Servidores de María.
Sillié acotó que la asistencia de los seguidores religiosos se incrementó. “El año pasado recibimos a mil personas. Este, esperamos que sean no menos de mil 500”. En 1790, se fundó la Hermandad del Escapulario del Carmen en el Zulia, pero actualmente la integran cuatro fervorosas.
A las afueras de la iglesia estaba Fernando Pavón, funcionario de la Policía municipal, y manifestó ser un fiel devoto de la Virgen del Carmen. “Antes de salir a trabajar ofrezco mi servicio a la patrona. Es lamentable la corrupción en los cuerpos de seguridad, es difícil ser policía en este país. Pido a la Virgen que no me deje padecer en los momentos de debilidad”.
José Medina es comisionado de la Policía regional y confesó que al salir de su residencia pide a la madre de Jesucristo por su vida, pues no sabe si volverá a casa o si verá a sus familiares. El oficial destacó que la labor policial se debe a su vocación y responde a un riesgo constante, “en el que la fe es la única compañía”.
“Fortalecer la fe”
En Machiques también hubo actos en celebración de la Virgen del Carmen. Monseñor Jesús Alfonso Guerrero, obispo de la Diócesis de Machiques, hizo un llamado a la feligresía a “fortalecer la fe en estos tiempos de crisis”. Basado en el documento que recientemente presentó la Conferencia Episcopal Venezolana, desarrolló parte de su homilía en la ceremonia solemne que se efectuó en la iglesia Catedral Nuestra Señora del Carmen.
“Venezuela atraviesa por una enorme crisis en lo económico, político, social y moral. La escasez por alimentos y medicinas nos está acercando a una grave crisis humanitaria. Aumenta la inseguridad, la impunidad y la represión. Las familias se dividen por motivos políticos. Los miembros de las comunidades se enfrentan por motivos ideológicos”, denunció el prelado.
Invitó a mantener la esperanza a pesar de tantos problemas: “A veces pensamos que no tenemos remedio, pero no es así porque tenemos oportunidad de ser lo que podemos como seres humanos”, sentenció, haciendo un llamado en mantener la fe en cristo resucitado quien nos dice: “Ánimo, no tengan miedo. Yo estoy con ustedes. El nos fortalece”, asegura.
Ante la presencia de cientos de feligreses e invitados especiales, pidió a la Virgen del Carmen, como madre de Jesús, que interceda para que Venezuela encuentre soluciones eficaces a la presente crisis.