“Trajimos a los niños, mis nietos, para que vieran cómo es la tradición, los trajimos para que vieran a la Virgen Chinita y por agradecimiento por tantas cosas”, explicó con orgullo Ennia Rondón junto a su familia
A falta de un día para la Bajada de la Chinita, feligreses visitaron este viernes la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá para adorar, rezar y pagar las promesas pendientes a la Patrona de los zulianos, aprovechando que una réplica fue dispuesta al público en una de las entradas del templo, pues este se mantiene cerrado por los preparativos de este sábado.
Desde niños hasta ancianos, todo aquel que pasaba cerca del Santuario aprovechó para dedicarle unos momentos a la Virgen de Chiquinquirá, ya sea para pedir por la salud de los enfermos, por un mejor futuro o, simplemente, dar gracias por todo lo que les ha sucedido.
Este es el caso de la señora Ennia Rondón, quien, junto a sus hijas Ennimar Bravo y Belkis Rondón, y de sus nietos, vino desde Ciudad Ojeda para visitar el templo con el fin de agradecerle a la Chinita por todo lo bueno de su vida, y para inculcar la devoción mariana a los pequeños de la casa.
“Trajimos a los niños, mis nietos, para que vieran cómo es la tradición, los trajimos para que vieran a la Virgen Chinita y por agradecimiento por tantas cosas, por nuestra salud, por nuestra familia”, expresó la señora Ennia al Diario La Verdad en su recorrido por el templo.
Sus nietos aprovecharon el viaje para orar frente a la réplica, tal y como su abuela les enseñó. “Yo vine desde Ciudad Ojeda hasta la Basílica con muchas ganas de pedirle a la virgen por mi familia y darle gracias por todas las bendiciones que nos ha dado”, comentó Amanda Díaz, de 9 años, cursante del 4° grado.
Juan Piña, de 7 años; y María Valentina, de 10 años, también nietos de la señora Ennia Rondón, compartieron su devoción por la Santa Patrona. “Vine a pedirle a la Virgen por mi familia y por la salud”, dijo el niño, mientras que su hermana comentó que es una tradición que “mi abuela nos enseñó y venimos algunas veces” al templo.
Promesa cumplida
Otro de los casos más emotivos fue el de una madre con sus dos hijos, quienes llegaron hasta la reliquia sin zapatos como parte de una promesa que la Chinita les cumplió.
Pese a que prefirieron mantener sus nombres en el anonimato, la mujer explicó con lágrimas en los ojos que desde hace un año le pidieron a la Virgen de Chiquinquirá para que los ayudase a ver de nuevo a su esposo, quien está en Estados Unidos, y que las oraciones fueron escuchadas, pues a todos se les aprobó el parole humanitario y viajarán el 3 de noviembre el reencuentro con su familia.
Por otra parte, José Molero, de 78 años, visita la Basílica cada vez que puede para venerar a la Virgen Morena, tradición que cumple desde muy joven.
“Hoy es víspera de la Chinita y yo siempre vengo, ya sea lunes, martes, miércoles, cualquier día yo vengo para acá para rezarle”, dijo el marabino.
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