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El país con las mayores reservas petroleras del mundo no sabe de prevención y la conmemoración del Día Internacional Contra el Dengue deja en evidencia las falencias de una nación que perdió el control. La enfermedad es una infección transmitida por el mosquito Aedes aegypti y su transmisión se convirtió en un problema de salud pública.
Afecta a bebés, niños pequeños y adultos sin distinción. En Venezuela no hay campañas de prevención, saneamiento ambiental y labores para reducir los reservorios de agua que albergan a la especie, según José Félix Oletta, exministro de Sanidad. “Está a nuestro alrededor y comenzaron las época de las lluvias, por lo que es posible que se registre un aumento. Todo la patria es una zona endémica pero Zulia, Aragua, Miranda y Carabobo presentan riesgos más altos”.
En el país, desde hace casi dos años, no se realizan vigilancias entomológicas, que se utilizan para estudiar todo lo relacionado con los insectos y se ocupa del análisis de aquellos factores que determinan cambios en sus poblaciones desde el punto de vista zoológico, por lo que desconoce oficialmente cuales son los lugares de mayor riesgo. Además del dengue, también está presente el zika y chikunguña, por lo que la lucha debe ser integral.
El zancudo con el paso del tiempo se adaptó tanto a aguas limpias como servidas, y el pico máximo que debían ser cinco hogares con presencia de casos por cada 100, fueron 20 por cada centena en 2015. Por el territorio nacional circulan las cuatro variantes del virus, e incluso, una persona puede padecer todas, siendo Venezuela uno de los pocos estados de Latinoamérica en los que ocurre esto. Para evitar su propagación se recomienda eliminar los desechos sólidos y posibles hábitats artificiales, evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevos, aplicar insecticidas adecuados a los recipientes donde se almacene agua, además de cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena el líquido para uso doméstico.