El Gobierno pide clemencia; clemencia con la que no contaron los que han sido asesinados a manos del hampa impune, con la que no cuentan padres, madres, abuelos
El diálogo es el ABC de las democracias, con él la sociedad civil y gobernantes concilian, diseñan políticas y marcos jurídicos acordes al interés patrio, se hilvana la igualdad, la justicia, aquello de fraternidad, pero desde hace tiempo en Venezuela la democracia está embargada por una visión gubernamental absolutista, cuyos protagonistas han enviado al país a un despeñadero donde el fondo aún no se vislumbra.
Ahora que el descontento del pueblo pasa factura se recurre una vez más al ardid “diálogo” a fin de evitar el referendo revocatorio (RR) y cualquier proceso electoral, es por ello que el “diálogo” en la Venezuela de hoy es altamente contraproducente, lo racional y constitucional es el RR, pues los responsables de este pandemónium serán sometidos a la soberanía popular, será el pueblo quien decida ¡No gobernantes y cúpulas de partidos “dialogando”!
Van 18 años “con el mazo dando”, gobernando de espaldas a los reclamos, advertencias y sugerencias de los sectores nacionales, obnubilados por el discrecional manejo de las inconmensurables riquezas que sigue generando el petróleo, pero la corrupción e ineptitud degeneraron un país en peores condiciones al de los 90’. Hoy, cuando se desatendió el oportuno clamor nacional de cambio y corrección, el Gobierno pide clemencia; clemencia con la que no contaron los que han sido asesinados a manos del hampa impune, con la que no cuentan padres, madres, abuelos y hasta niños en las indignantes colas para intentar comer lo que se pueda… ¿habrá algo más equívoco en los actuales momentos que un falsificado “diálogo”? ¡Difícilmente!
Entonces ¿qué hacer? Sencillamente exigir apego a la Constitución, presionar para que se realice el RR oportunamente ¿Por qué si este CNE ha realizado tres elecciones en un año, es capaz de preparar una compleja elección presidencial en 30 días o de validar más de 10 millones de firmas en 48 horas, para realizar el RR pretende tomarse más de nueve meses? Como diría Uslar Pietri, hay que ser bien “pendejos” para creerse los tecnicismos y leguleyería ofrecida por voceros oficiales. La realidad es que la institucionalidad venezolana está subyugada a intereses del Gobierno, gobierno que desde hace tiempo teme indisimuladamente al escrutinio de la voluntad popular.
La evidencia: ¿qué puede ofrecer el Gobierno al país en un supuesto diálogo? ¡nada! todo lo ofrecido y mucho más se obtendría ipso facto celebrando el RR, pues la totalidad de los estudios opináticos dan como triunfador al cambio 80 a 20, con más de 11 millones de votos a favor ¿Entonces? El “diálogo” solo producirá sombríos pactos entre Gobierno y cúpulas partidistas, se sacrificaría al pueblo; si el pueblo lo permite se estaría suicidando. ¡El revocatorio es innegociable!
diciembre 7, 2024
