jueves, diciembre 12, 2024
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¡Dios mío, en manos de quién estamos!

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Las aberrantes decisiones de la Sala Constitucional contra las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, siempre son declaradas inconstitucionales

Es preocupante, triste y angustioso ver lo que está ocurriendo en mi país en todos los ámbitos del quehacer nacional; los poderes públicos rompiendo los esquemas filosóficos de la Constitución Nacional de autonomía e independencia, están supeditados al Poder Ejecutivo, y, este último obedece órdenes (incluyendo babalaos y santerías) de los comunistas de Cuba; es decir, el Poder Moral, el Electoral, el TSJ y la propia FAN, son apéndices directos y obedientes de la dictadura cubana. 

En el ámbito jurídico, el TSJ se ha convertido en el instrumento protagónico de la defensa ideológica del comunismo, creando normas que obstaculizan el poder soberano de la Asamblea Nacional; actuando de manera irracional, sin importarle un carajo lo que pueda ocurrir en la sociedad venezolana y que están forjando un escenario de confrontación que puede devenir en situaciones de violencia y por supuesto de muertes y creen que el alto mando militar, también comprometidos con la dictadura cubana, va a defender al comunismo en el poder, y si tiene que usar las bayonetas, tanques, aviones y fragatas, contra los opositores, que hoy representan el 85 % de la población, lo van a hacer.

El Poder Judicial es una deshonra, es un oprobio, que merece el mayor rechazo de la sociedad en general; todas sus decisiones están amarradas a designios antipatriotas y a ideologías decadentes en el mundo moderno. La filosofía de acción de los miembros del TSJ rompe los esquemas de la ecuanimidad por el de la parcialidad. Las aberrantes decisiones de la Sala Constitucional contra las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, siempre son declaradas inconstitucionales; al contrario, de la anterior AN que las leyes aprobadas por la habilitante, tanto del comandante eternamente enterrado como la del “engendro” recibían el beneplácito y estas sí estaban, de manera contundente e inapelable, fuera del contexto constitucional. 

Nunca en toda la historia democrática del país, habíamos tenido un Poder Judicial tan envilecido, deseoso de permanecer en los cargos, como estos del régimen comunista. El TSJ lo que jamás va a decidir como “inconstitucional” es la permanencia en las calles de los venezolanos que reclaman cambios urgentes para rescatar al país de esta plaga maligna que la gobierna; el art. 72 de la Constitución nacional sobre el revocatorio a los cargos de elección popular más explícito es imposible que pueda ser; igual sobre la enmienda. Más claro no canta un gallo.

Todos los sondeos de opinión, incluyendo “al más chavista que Chávez” O. Schmel y su Hinterlaces, manifiestan un inequívoco rechazo al régimen. Es decir, que al engendro le quedan pocos días en el poder, y el repudio crece también a quienes detentan el poder con abuso, con exceso de autoridad y por quienes creen que son eternos en los cargos que ocupan. Cuando intenten rectificar (no creo que alguna vez lo hagan, no tienen talante para ello) va a ser demasiado tarde; desaparecerán del país, huirán y ni Cuba los va a recibir; total ya los exprimió al máximo. Dios, ayúdanos a salir de esta lacra comunista para siempre; perdónalos tú, porque perdieron la oportunidad de ser perdonados por el pueblo, el desmadre causado es inconmensurable. 

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