Los delincuentes se llevaron la motocicleta de Isaac David Aguilar, de 20 años, luego de que le dispararan cinco veces a quemarropa. Los testigos comentaron a la Policía científica que los malandros se «enamoraron de la MD, negra, de su amigo». En su borrachera, este se negó a darles la llave
De cinco balazos asesinaron a Isaac David Aguilar, de 20 años, por resistirse al robo de su motocicleta, en el caserío Jajatal con sector Cataneja II, parroquia Ana María Campos del municipio Miranda.
Los amigos de la víctima declararon en la Policía científica que como cada fin de semana se reunieron en el caserío para compartir un rato. Ayer, a las 2.00 de la madrugada, se les acercaron otros motorizados. Los desconocidos sacaron sus armas de fuego e hicieron tiros al aire para amedrentarlos, pero estos, bajo los efectos del alcohol, iniciaron una discusión.
A los delincuentes les gustó la MD, negra, de Aguilar y enseguida pidieron las llaves, pero él no las quería entregar. Riñó nuevamente con ellos y por eso lo golpearon con las pistolas. A la fuerza le quitaron la llave y luego le dispararon a la vista de todos. A sus acompañantes les robaron los celulares, el dinero y luego huyeron, detalló un funcionario.
A Aguilar lo subieron a otra moto, se desangraba. Sus amigos lo llevaron hasta la emergencia del Centro de Diagnóstico Integral de la zona. Los médicos de guardia le contabilizaron cinco heridas de bala. A los pocos minutos les informaron sobre su muerte.
La zona es muy alejada de los cuerpos policiales por lo que se presta para robos. En otras oportunidades ya habían sido víctimas de atracos, denunciaron las víctimas.
Los funcionarios de la Policía científica hicieron el levantamiento del cuerpo y su posterior trasladado a la morgue del Hospital General de Cabimas. Hasta los momentos investigan el homicidio como una resistencia al robo.
2.00 de la madrugada, a esa hora, los delincuentes se acercaron al lugar donde compartía Aguilar con sus amigos. Se estima que dispararon un par de veces para intimidarlos.
5 heridas de arma de fuego le contabilizaron los médicos de guardia a la víctima, entre el pecho, la espalda y el rostro.