Las importaciones de productos y materia prima sujetas a la volatilidad de la cotización de la divisa americana en tiempo de escasez de liquidez
El tipo de cambio de divisas complementarias nuevo, como lo anunció el Gobierno, está a la espera de la orden presidencial. Mientras, la cotización escala y se ubica en 714 bolívares por dólar, 514 bolívares más comparado con el indicador de 200 bolívares con el que inició en 2016. Aunque mantiene un rezago con el paralelo que se sitúa en cuatro mil 711 bolívares frenando la balanza de oferta de bienes importados.
La divisa estadounidense no regulada exhibe un valor similar al precio de un kilo de pasta alimenticia con materia prima importada. Además de ser dos veces el precio oficial del paquete de harina precocida de maíz de mezcla de arroz, fijado a mil 400 bolívares. Y representa cerca de 15 unidades tributarias, según la tasa vigente decretada por el Ejecutivo a 300 bolívares.
Orlando Ochoa, economista, advierte que los efectos se ven en las actividades económicas. “Cuando el tipo de cambio se empieza a derretir, los comerciantes debe importar, vender y reponer inventarios”. La ecuación debe considerar variables para sostener los comercios.
“A todos nos gustaría que nos vendieran al costo de importación. Pero qué pasa si el tipo de cambio sube a cuatro mil (bolívares). El comerciante tiene que cambiar el costo. Tiene que importar a cuatro mil. Y, ¿la diferencia del 100 por ciento en cantidad de trabajo de dónde la va a sacar?”, reflexiona.
Ochoa explica que “cuando la inflación se acelera y la moneda se deprecia” -como sucede en Venezuela- donde la inflación a 2016 está entre 450 y 830 por ciento y la devaluación del bolívar es galopante, los comerciantes venden los productos sujetos a costo de reposición a futuro. “Si el costo de reposición no lo pueden estimar bien, el que se equivoca pierde y el que exagera no vende”.
Desde 2003, el Ejecutivo ordena la política cambiaria con la aplicación de medidas de control. En el 2005 decretó la Ley de Ilícito Cambiario, aunque un año antes lanzó regulaciones a 26 rubros alimenticios con materia prima e insumos importados. En 2008 decidió ajustar los bienes con tres tipos de tasa, que luego modificó con mecanismos que la fecha continúa en adaptación. De dólar petrolero a dólar Dipro, de Sicad a Sicad II, de Sitme, Simadi, Dicom.
El déficit en divisas pone freno al impulso de la reactivación económica. A 2016 se estimaba en 24 mil millones de dólares, con unas exportaciones petroleras -fuentes de ingresos de divisas- en 27 mil millones de dólares. El escenario para 2017 se avizora limitado, iluminando el crecimiento de la pobreza. Y es que el precio del barril se proyecta en 45 dólares, apenas 30 centavos de dólar más que 2016 cuando cerró en 44,70, precisa Ochoa.