Distracción electrizante

He venido advirtiendo desde hace meses que Venezuela en este primer semestre de 2016, enfrentaría racionamientos sin precedentes

En medio del intenso y justificado momento político que vive Venezuela con un decreto de emergencia económica solicitado por el Poder Ejecutivo, para este viernes, el embalse de El Guri estaría entrando en zona de emergencia operativa, quedándole solo un 33 por ciento de su volumen útil, para enfrentar el período de estiaje que duraría hasta fines de mayo. Esto es energéticamente precario y debe implantarse un programa nacional de racionamiento, o El Guri no aguantará en esta ocasión.

El Gobierno le da largas a este tema, ocultándose detrás de un aberrante apagón informativo que llega a un mil 892, para dar falsas excusas, sin fundamento técnico y así evadir su exclusiva responsabilidad que más que negligencia en el deber, es criminal por resquebrajar la seguridad energética de la nación.

He venido advirtiendo desde hace meses que Venezuela en este primer semestre de 2016, enfrentaría racionamientos sin precedentes y mientras más se tarden en tomar las medidas, mayor será la restricción energética. Simplemente, o se raciona ya o se coloca energía térmica a granel, que está instalada más no disponible. Guri no puede sostener el ritmo del abuso energético al que ha sido sometido en los últimos 20 meses y medio; vienen racionamientos aún mayores a los vividos hace seis años.

Para colmo, el Gobierno esconde la vital información de los modelos predictivos del Caroní, que determinan la intensidad y duración del ciclo hidrológico en curso. Al examinar los datos de 66 años, encontré ciclos hidrológicos adversos de hasta 36 meses de duración. Por lo tanto, es imperativo saber a qué nos enfrentamos y demandar transparencia total en este tema.

¡Rendición de cuentas ya! Que luego de seis años, más de 40 mil millones de dólares en MW térmicos, tres decretos de emergencia eléctrica y demás misiones fallidas es inadmisible que enfrentemos esta debacle energética.

Al no dirigir como se debe el Sistema Eléctrico Nacional, no se pueden solucionar sus carencias; con más decretos y menos con este Gobierno, que debe ser reemplazado sin dilación. Diga no a esta distracción. ¡Manos a la obra que sí se puede!