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La imagen de la virgen Divina Pastora fue bajada en la noche del miércoles de su altar de la iglesia del pueblo de Santa Rosa, en el estado Lara, para encontrarse con los feligreses.
La imagen de la virgen fue bajada de su nicho, situado en la parte superior del templo larense, y trasladada al pasillo central de la iglesia, lugar en el que los devotos podrán contemplarla desde cerca y también tocar su trono, antes de la procesión del próximo 14 de enero.
Angelvis Estrel, un joven estudiante barquisimetano de 19 años, uno de las decenas de personas que estuvo presente en la bajada de la imagen, contó que tiene tres años consecutivos viniendo a esta actividad, pero desde pequeño sus padres lo llevan a la procesión.
Centenares de personas estuvieron presente en la iglesia de Santa Rosa, como es el caso de Teresa Agüero, que vive en calle 10 entre carreras 23 y 24 de Barquisimeto. “La Divina Pastora es lo más grande y hermoso para mí y para todos los larenses”, aseveró Agüero, quien vino a la iglesia acompañada de su hermana.
Agregó que desde que tiene uso de razón la han traído de niña y ha venido de adulta a la procesión, pero por primera vez asiste a la bajada de la imagen. “Me dije, debo estar presente y he visto y sentido la gran emoción de la bajada de la imagen”, relató esta barquisimetana. Previo a la bajada de la virgen se realizó la Misa de Sanación.
La procesión de la virgen Divina Pastora es la manifestación religiosa más multitudinaria de Venezuela y una de las más grandes de América Latina, junto a las actividades que en honor a la virgen de Guadalupe se realizan en México.
Peregrinaje
Se trata de un peregrinaje de más de dos millones de personas, que se efectúa cada 14 de enero desde la iglesia del pueblo de Santa Rosa hasta la catedral de la capital larense. Este trayecto, que lo transita la virgen sobre los hombros de su pueblo, se inicia cerca del mediodía de cada 14 de enero y culmina a primeras horas de la noche en la Catedral de Barquisimeto. El peregrinaje es acompañado por cantos, alabanzas y plegarias por parte de los feligreses. Muchos cumplen promesas vestidos de pastores y nazarenos. Algunos caminan descalzos, mientras otros lo hacen hasta de rodillas.