Otra
Para nadie es un secreto, que la actividad económica está en caída libre, y no hay indicios que alto gobierno intervenga para detener prontamente esta dramática situación. La fuerte caída en la liquidación de divisas, ya ha alcanzado su mínimo histórico, al punto tal que si comparamos las asignaciones de divisas otorgadas por los diferentes mecanismos de asignación desde abril de 2014, cuando se asignaban en promedio 140 millones de dólares diarios a abril de 2015, nos encontramos que éstas han caído un 70 por ciento, es decir, solo se ha recibido en promedio 40 millones de dólares diarios para importaciones. Impactando el abastecimiento, la escasez, la operatividad de las empresas, el manejo de inventarios y la inflación.
Al impactar los niveles de inventarios, hace que opere el mercado negro o informal, donde los precios de los bienes se obtienen pagando entre cuatro y siete veces sus precios regulados, cuando no a precio del dólar paralelo, lo que incide en los altos niveles de inflación. A pesar del subsidio de los alimentos con el dólar a 6,30. En la práctica, los mecanismos informales convierten este dólar en Bs. 60.
Existe la presunción que el Gobierno ha estado manejando varios escenarios para intentar corregir esta situación. El problema es que el Gobierno no termina de accionar, ni en un sentido ni en otro. Por ejemplo, se dice que se está estudiando mover la tasa de 6,30, devaluando el tipo de cambio para atenuar la presión fiscal. También existe la posibilidad de unificar el tipo de cambio, al llevarlo a una sola tasa. Otra posibilidad es seguir corriendo la arruga, esto se lograría oxigenando con divisas los diversos mecanismos de asignación de las mismas, por lo menos, hasta las elecciones. Y por último, existe la posibilidad que el Gobierno profundice aún más los controles aumentando la represión hacia el sector privado y simultáneamente aumentando las importaciones del sector público. Lo cierto del caso, es que ninguno de estos escenarios ataca el fondo del problema. Eso creemos