En cinco horas mataron a cuatro vecinos de las parroquias Santa Bárbara y Urribarrí. Los crímenes se investigan como venganza y ajuste de cuentas. A las víctimas les dispararon al menos cuatro veces
Los sicarios salieron de jolgorio ayer en las parroquias Santa Bárbara de Zulia y Urribarrí, en el municipio Colón. Liquidaron a un adolescente, dos obreros y un pescador entre la 1.00 de la madrugada y las 5.00 de la mañana.
En la calle principal del barrio 26 de Septiembre interceptaron a Álvaro Cantillo Pulgar (29) o Jesús Enrique Gómez Rincón (29), puesto que tenía dos cédulas con dos nombres y una misma foto. Los vecinos lo conocían como pescador, pero ninguno se atrevió a aclarar a la Policía cuál era su verdadera identidad.
La comunidad escuchó unas siete detonaciones, a la 1.00 de la madrugada se asomaron a la ventana y vieron el cadáver en la carretera. Solo se supo que los homicidas viajaban en una motocicleta.
Las comisiones de la Policía científica de la subdelegación San Carlos de Zulia, apenas empezaban a colectar evidencias sobre el caso de Gómez Rincón, cuando le notificaron por teléfono sobre dos cadáveres en la carretera Janeiro-Cuatro Esquinas.
Efectivamente, sobre el pavimento yacían los cuerpos de Julio César Suárez Puerta (25), obrero, y Yorvis Manuel González González, un adolescente de 16 años.
Las víctimas salieron en una motocicleta a las 3.30 de la madrugada para comprar licor, en el camino les dispararon desde otro vehículo. Sus homicidas no le quitaron nada. Los detectives descartaron el robo como móvil.
Cuando ya empezaba a despuntar el alba, a las 5.15 de la mañana, ultimaron a balazos a Pedro Alfonso Barreto Márquez (21) en la calle principal del barrio 26 de Septiembre, a escasos metros de donde reportaron el primer homicidio.
Todos los cadáveres los trasladaron a la morgue del Hospital Santa Bárbara. La Policía científica se inclina a la venganza y al ajuste de cuentas como móviles de los casos. Investigan si los casos se relacionan.
