Dos horas de cacería

Las denuncias oportundas de los vecinos permitieron que los policu00edas llegaran a tiempo. Foto: Archivo

A José Gregorio Díaz, el "Cheito" y al "Maiker" los ultimaron en diferentes operativos en la Costa Oriental del Lago. En el barrio Gran Mariscal y Adelis Molina, en Cabimas y Lagunillas, respectivamente, se suscitaron careos entre policías y delincuentes

Una comisión de la Policía regional ultimó a José Gregorio Díaz, alias "Cheito", en el interior de un centro de apuestas, en el barrio Gran Mariscal en el sector Punta Gorda, en el municipio Cabimas. 120 minutos más tarde, la Policía municipal de Lagunillas (Polilagunillas), ultimó al "Maiker"

Los funcionarios de la Policía regional se armaron con sus pistolas nueve milímetros, ajustaron su cinturón, sus guantes, luego que una vecina llamó al cuadrante de seguridad cercano, indicando que varios delincuentes ingresaron estaban asaltando. "Todos tenían escopetas".

A las 11.45 de la mañana ingresó la comisión al lugar. "Cheito" los recibió a tiros, con su escopeta negra recortada, mientras que sus compinches huían. Los policías le dispararon y lograron herirlo. En una patrulla montaron a José Gregorio y lo llevaron a un hospital cercano pero murió.

En la morgue lo identificó un familiar. En el barrio, los vecinos lo señalaron como un azote de barrio y de pertenecer a la banda del "Enrique". Se conoció que tenía expediente policial. Estaba bajo presentación por robo. Al centro de apuestas llegó una comisión de criminalística de la Policía científica para investigar.

Los detectives determinaron que el trío hamponil levantaron las láminas de zinc del techo, esperaron al encargado de la limpieza y lo sometieron para que entregara el dinero que habían trabajado la noche anterior. Más de 40 mil bolívares. Además robaron varios electrodomésticos.

Dos horas después, en el barrio Adelis Molina, Polilagunillas se enfrentó a un maleante apodado "Maiker". Intentó robar en una vivienda. Los vecinos se percataron del hecho y llamaron al cuadrante de seguridad de la zona. En minutos llegaron las patrullas y los recibieron a tiros.

Los policías contaron que lograron herirlo, lo llevaron al Hospital Pedro García Clara, pero minutos más tarde murió. Un funcionario contó que otro delincuente se les escapó durante el tiroteo. La Policía científica incautó un revólver calibre 38.

 

 

 

 

 

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