Para educar adecuadamente, también es importante la comprensión y el entendimiento basado en la comunicación, que facilite un verdadero diálogo, donde niños y jóvenes se sientan con la confianza suficiente para expresar sus ideas
Al analizar la importancia de la educación en la familia y la dedicación que los padres deben brindar a sus hijos, se puede decir que, esto no es una tarea fácil y no existen fórmulas mágicas, ni previamente aprendidas. De esa forma, debe prevalecer ante todo el deseo de hacerlo lo mejor posible y establecer ciertas pautas a seguir para lograr resultados satisfactorios. Y lo más importante, es que este esfuerzo redunde en el equilibrio del hogar y en la felicidad de ellos.
Por otro lado, los hijos, tanto niños como jóvenes, observan la conducta de sus padres como patrones a seguir, por esta razón, deben revisar cuáles comportamientos o acciones rutinarias, están influyendo de manera negativa o positiva en su formación y en la conducta de ellos, para así, corregirlas o fortalecerlas. Esa actuación, podría implicar aspectos como el respeto a las normas, las buenas costumbres, códigos de cortesía, cumplir responsabilidades, entre otros, que se pueden aprovechar, para sentar en ellos las bases de prácticas correctas. Esto, los hará mejores individuos en la sociedad, mediante el ejemplo que les brindan sus padres.
La vía más efectiva para enseñarles a desenvolverse en la vida, es que aprendan a dominar las distintas situaciones imprevistas en el camino, permitiéndoles que vivan sus propias experiencias. Para educar adecuadamente, también es importante, la comprensión y el entendimiento basado en la comunicación, que facilite un verdadero diálogo, donde niños y jóvenes se sientan con la confianza suficiente para expresar sus ideas, sus opiniones y emociones.
Los padres podrán aprovechar ese nexo logrado a través de la retroalimentación, para orientarlos y conversar sobre temas que puedan incluso representar riesgos o peligro para ellos. Además, les permitirá escuchar sus problemas para brindarles el apoyo que necesitan.
Efectivamente, los padres tienen una gran responsabilidad en cuanto a la educación de sus hijos, que debe permitir su crecimiento adecuado como ser humano. Ellos, requieren figuras paternas que puedan representar un buen ejemplo a seguir y apoyen la necesidad de vivir sus propias experiencias como parte de su crecimiento, que les proporcionen una relación de confianza basada en el diálogo, que les permita sentirse escuchados y comprendidos. Aunque, esta tarea no es fácil, los progenitores deben hacer un esfuerzo, por brindarles en el hogar la formación y el equilibrio que requieren para ser mejores personas.