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Un grupo bipartidista de senadores presentó ayer un nuevo proyecto de ley en la Cámara alta de EEUU para imponer nuevas sanciones contra el Gobierno de Venezuela y exigir al Departamento de Estado que coordine un esfuerzo regional para atajar la crisis del país.
Los senadores también urgen a la Casa Blanca en su proyecto legislativo a que evite que la petrolera estatal rusa, Rosfnet, obtenga el control de cualquier infraestructura energética estadounidense, en alusión a la filial de la petrolera venezolana PDVSA, Citgo.
PDVSA, a través Citgo Petroleum, posee tres refinerías en los estados de Texas, Illinois y Luisiana, y una red de autoservicio de combustible de unas 15 mil gasolineras en todo EEUU, una filial que la petrolera estatal venezolana utilizó como garantía el pasado año para recibir financiación por parte de Rosneft.
En total, Rosneft ha prestado a PDVSA entre cuatro mil millones y cinco mil millones de dólares ante la crisis que atraviesa el país y su falta de liquidez, por lo que los legisladores estadounidenses quieren evitar que Citgo acabe en manos del Kremlin.
El texto también proporcionaría 10 millones de dólares para que las agencias de ayuda exterior estadounidenses alivien las necesidades de la población venezolana, y otros 9,5 millones de dólares para las organizaciones de la sociedad civil venezolana que trabajan por la defensa de los derechos humanos en el país.
La legislación contiene disposiciones para la financiación de medicamentos esenciales, suplementos nutricionales y asistencia técnica para mejorar la distribución de alimentos y medicinas; además de apoyar los esfuerzos de restauración de la democracia liderados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y futuras misiones de observación electoral.
"El presidente Maduro ha lanzado a su país a una profunda crisis y ha minado el sustento del pueblo venezolano de forma profunda y trágica", apuntó el senador Ben Cardin, copatrocinador del texto y el demócrata de más alto rango del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta.
"Es en el interés estratégico de Estados Unidos apoyar la restauración de la democracia en Venezuela y trabajar con los socios regionales para poner al país de nuevo en el camino de la paz, la prosperidad y la estabilidad", agregó.
Cardin insistió en que EEUU debe "liderar un esfuerzo más amplio" con los países de Américas para detener "la hemorragia" de Venezuela, y apuntó que este proyecto de ley dotará a la Administración de "los instrumentos y recursos necesarios para hacerlo" así como apoyar los derechos humanos del pueblo venezolano.
La propuesta de los senadores se produce cuando se cumple un mes de la escalada de tensión en Venezuela, donde se han producido decenas de protestas antigubernamentales, algunas de las cuales se han tornado violentas, después de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) intentara arrebatar los poderes al Parlamento, controlado por la oposición.