
El informe ejecutivo de la primera encuesta sobre el estado de atención ginecobstétrica durante la gestación, parto, nacimiento y puerperio inmediato en el sistema de salud venezolano, evidenció que las mujeres en los centros de salud de La Gran Caracas se encuentra “lejos de catalogarse como positiva”
La alianza de organizaciones Salud para todas, que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, presentó el informe ejecutivo de la primera encuesta sobre el estado de atención ginecobstétrica durante la gestación, parto, nacimiento y puerperio inmediato en el sistema de salud venezolano. La investigación se realizó con mujeres de la Gran Caracas.
La encuesta, presentada el martes 6 de diciembre desde el Centro Cultural Chacao, destacó la experiencia de mujeres residenciadas en Distrito Capital (44 %), La Guaira (8 %) y Miranda (43 %) entre los años 2007 y 2022. Las edades de las participantes van desde los 15 a 50 años de edad.
El estudio se hizo entre los meses de abril y octubre de 2022 y fue realizado por América Villegas, Rossie Cedeño, Mitzi Flores, María Urbina, Belmar Franchesci, Mariana Maza, Nancy Bello y Ruth López, quienes pertenecen a las organizaciones Parir con Placer (PCP), Mesa De Mujeres, Diversidad y Estudios de la Vida Cotidiana (MM&D), la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam) y Mujeres por los Derechos (Muderes). También contó con la participación de la socióloga Morelba Jiménez y la abogada María Hernández Royett.
El informe muestra que el 27 % de las mujeres que asistió a centros de salud públicos no fue recibido inmediatamente. El 71 % de las mujeres fue ingresado porque permaneció en los alrededores del hospital, a pesar de que se le negó el ingreso.
“Hay a quienes no les queda más remedio que parir en los alrededores del centro de salud porque no fueron atendidas”, señala Rossie Cedeño.
Asimismo, un 38 % de las parturientas fue referida a otros hospitales en los que no recibió atención, referencias escritas ni recomendaciones. “Les dicen que vayan a otro hospital porque ese tiene más insumos, sin tener la certeza de que eso sea así”, sostiene.
En relación con la atención prenatal se evidencia un gran porcentaje de desinformación en distintos puntos que hacen que los derechos de las mujeres sean vulnerados, sin que ellas lo sepan. En la atención ginecobstétrica prenatal un 55 % no recibió información sobre la cesárea y sus riesgos y 42 % sí recibió información.
6 de cada 10 mujeres no recibió información sobre lactancia materna y solo 3 de cada 10 sí tuvo información sobre el tema.
Plan Parto Humanizado
De 318 entrevistadas, 198 tuvieron partos o cesáreas a partir del año 2017, año en el que se inauguró el Plan Parto Humanizado, un plan promovido por el Gobierno con el objetivo de proteger a la mujer durante la gestación. Sin embargo, la cifra de entrevistadas que fue censada o recibió información o acompañamiento por parte de alguna promotora fue de un 29 %, el otro 71 % nunca recibió información.
“El Plan de Parto Humanizado es un plan muy bello y bien pensado, pero no ataca la raíz de la violencia obstétrica”, señala Rossie Cedeño, socióloga y especializada en derechos humanos de las mujeres.
Resalta que las promotoras no tienen permitido entrar al hospital y “quienes lo han hecho, es detrás de una lucha y en contra del personal que está en el centro de salud”.
Durante su intervención, Cedeño criticó que las mujeres que asisten a centros de salud públicos no reciban un control prenatal a su debido momento.
“Sabemos de mujeres que están en estado y la consulta por primera vez es hasta dentro de dos meses, así que la primera consulta es a sus cinco meses de gestación. Otros centros de salud no atienden a partir de cierto tiempo”, señala.
Acerca del consentimiento informado, la investigación arroja que a 7 de cada 10 mujeres no les solicitaron firmar un documento que reflejara el consentimiento, un derecho fundamental para aceptar o no, intervenciones de riesgo para la paciente, salvo en casos de emergencia.
A 3 de cada 10 mujeres no fueron informadas de forma verbal o escrita sobre los procesos que se les realizarían. La información publicada resalta que la no utilización del consentimiento informado “es una práctica que afecta no solo la dimensión física (aplicación de procedimientos en su cuerpo), sino en las dimensiones emocionales y psicológicas en un momento de tanta vulnerabilidad como lo es el parto y nacimiento”.
La abogada María Hernández Royett hizo un llamado para educar con planes de formación para evitar todas las situaciones.
Fuente: Tal Cual
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