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“Prefiero verlo muerto que con otra”. Ana, solloza desconsolada mientras evoca una y otra vez la imagen de su esposo Juan con “la bicha esa”, que “se interpuso entre los dos y arruinó su matrimonio”. En otro lugar, Jaime apura su doceava cerveza, aprieta los puños y siente que la ira lo quema por dentro. “Me las va a pagar”, piensa, e imagina diferentes y dolorosas formas de vengarse de Sofía y “el tipo” con quien sospecha que ella se “está viendo”.
Sea cual sea la situación y el caso, lo cierto es que la infidelidad ocupa el 70 por ciento de los motivos de consulta en terapias de pareja en Maracaibo, ya que más del 50 por ciento de los hombres y mujeres es infiel o está propenso a caer en las redes de la traición.
Irma Peña, psicóloga clínica y especialista en parejas, expone que, según revelan las investigaciones, más del 90 por ciento de las personas rechaza la infidelidad en sus vidas y la cataloga como la primera causa para terminar la unión y el factor más estresante y doloroso dentro de la relación de pareja.
Los indicadores en consulta apuntan a que en los últimos años varió el tiempo en el que se presenta la infidelidad. “Antes se evidenciaba después de siete u ocho años de relación para el hombre, y luego de 11 o 15 años para las mujeres”, indica la especialista y comenta que ahora, uniones recientes o en formación ya experimentan los estragos de la infidelidad.
“Estamos en un momento histórico, porque la infidelidad tenía edades específicas de aparición, pero actualmente se da en menores de 25 años y hasta en adolescentes de entre 13 y 16 años, quienes presentan depresión causada por la traición del novio o la novia, justo con los mejores amigos”, puntualiza.
Trauma con mayúscula
“Es un tema doloroso”. Peña comparte su experiencia clínica y asegura que quien la sufre se siente profundamente traicionado, tanto que puede desarrollar ataques de pánico, ansiedad, depresión, estrés postraumático e incluso ponerse en riesgo de suicidio, situación que obliga al terapeuta a hacer un margen para atender con tratamiento individual al afectado.
Existe una delgada línea entre la infidelidad y la violencia familiar, conyugal y el asesinato, porque el hombre venezolano castiga con la vida a la mujer traidora.
La infidelidad es el miedo más grande de las parejas. Ante la pregunta, ¿qué sería lo peor que te pueda pasar? Los conyugues responden que muera o que sea infiel, así al mismo nivel de impacto y dolor.
El mito de no desear
Existen muchas maneras de ser pareja y otras tantas de ser infiel. La infidelidad significa la ruptura del contrato que dos personas habían hecho, implícita o explícitamente, de tener entre ellas exclusividad y dominio íntimo, afectivo, económico, de compromiso y sexual.
Pero… ¿Están claras las condiciones del contrato? Sucede que los miembros de las parejas tiene cada uno su historia, sus creencias y sus conceptos, por lo tanto, esas “reglas” tácitas quedan sometidas a la interpretación de cada cual.
Así que, cuando hombres y mujeres están en una relación creen que no se puede desear a otra persona, pero la psicóloga afirma que eso es biológicamente imposible. “Al deseo no se le pasa el suiche. Lo que nos hace humanos y atractivos para los demás es que tenemos la capacidad de desear y nos llama la atención la diversidad”.
Cuando el deseo surge hacia un tercero, el afectado se pregunta, “qué está pasando en la relación que me gusta alguien más, pero eso es algo natural, porque al apagar el deseo se atenta contra la propia biología”, detalla Peña.
¿Ni con el pensamiento?
Algunas parejas que establecen acuerdos irracionales, férreos, imposibles de realizar. “Acuerdos basados en el mito del amor romántico, del príncipe azul, del amor de mi vida para siempre”. Pero cuando los miembros de la pareja entienden que la tentación siempre estará presente y que la verdadera importancia está en detectar la tentación y tomar medidas para rechazarla, entonces el fantasma de la infidelidad desaparece.
“Para acompañar a una pareja en esta situación es necesario psicoeducar a ambos, sobre todo para que aprendan que la infidelidad es tratable y prevenible si se nutren los factores de mantenimiento de la relación como intimidad, compromiso, sexualidad y afecto. No consiste en hacer votos de castidad, sino en reconocer los deseos, aprender a detectar la tentación y bloquearla”.
Aproximación clínica
Irma Peña dictará un curso de formación Infidelidad en la Terapia de Pareja, que está dirigido a profesionales y estudiantes interesados en el abordaje clínico de la infidelidad, con el objetivo de presentar y abordar el tema de la fidelidad y la infidelidad desde distintas perspectivas, para obtener una mirada amplia del infiel y del que sufre la infidelidad. La actividad será el próximo 14 de octubre en el auditorio de la Clínica Paraíso, de 9.00 de la mañana a 5.00 de la tarde. Precios especiales en preventa hasta el 6 de octubre. Más información: Rita Ferrebús 0414-067.9291.