
El triple ganador de aquel encuentro final disputado en junio lo anotó él en la cara de James. Algo que le trajo paz tras los duros meses que sufrió por su salida de Oklahoma City -equipo que le dio la fama durante nueve años- que hizo que muchos fanáticos lo catalogaran como “traidor”
Cuando Kevin Durant tenía ocho años le prometió a su mamá que ganaría un anillo de la NBA. Aquella promesa no le fue fácil de lograr, pero lo consiguió 21 años después, en 2017, con los Golden State superando a los Cavaliers de LeBron James y siendo nombrado MVP de las finales donde promedió 35.2 puntos, 8.2 rebotes y 5.4 asistencias.
“Lo logramos. Te lo dije cuando yo tenía ochos años. Lo logramos”, dijo a su madre un Durant claramente emocionado, luego de culminar la serie que se llevaron 4-1.
El triple ganador de aquel encuentro final disputado en junio lo anotó él en la cara de James. Algo que le trajo paz tras los duros meses que sufrió por su salida de Oklahoma City -equipo que le dio la fama durante nueve años- que hizo que muchos fanáticos lo catalogaran como “traidor”.
Uno de los momentos más emblemáticos fue el abrazo que le dio LeBron segundos después de acabar la final. Un abrazo con el que sin duda alguna el “rey” lo felicitó por ganar el tan ansiado título del mejor baloncesto del mundo. El que se merecía.
Actualmente los Warriors ocupan el primer lugar de la conferencia del oeste y sin duda alguna Durant buscará, junto a Stephen Curry, repetir el campeonato en 2018.