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El magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Gabriel Calleja, calificó de “inaceptable” que la activación de un canal humanitario en Venezuela sea uno de los puntos de la agenda de diálogo entre el Gobierno nacional y la oposición y que arrancará mañana en República Dominicana.
Calleja señaló que el TSJ en sentencia de fecha 15 de noviembre ordenó al Gobierno de Maduro la apertura del canal humanitario pero que esta sentencia no ha sido acatada.
“Es importante advertir que el diálogo es una herramienta para la negociación, pero no es lo mismo que la negociación; por este motivo es inaceptable que se diga que el canal humanitario es un punto de la agenda de negociación, cuando estamos en presencia de una crisis masiva que está llevando a Venezuela al exterminio de su población y se pretende negociar a cambio de algo”.
Refirió el jurista que la asistencia humanitaria no se negocia, pues el Estado tiene el deber de garantizar la alimentación y la salud previstas en los artículos 3, 76, 78, 80, 81, 86, 91, 299 y 305 de la Constitución de la República.
El TSJ legítimo en la sentencia de fecha 15 de noviembre ordenó al Gobierno de Nicolás de Maduro la apertura del canal humanitario, y a la Fuerza Armada Bolivariana la colaboración a las organismos internacionales, de ser necesario, para ejecutar la asistencia a los venezolanos en la distribución de alimentos y medicinas; esto ante las evidencias claras e irrefutables de la crisis humanitaria en el país, la cual representa un hecho notorio comunicacional nacional e internacionalmente.
“El Gobierno de Venezuela y sus instituciones están en desacato con el pueblo al incumplir con su deber constitucional. Desconocer la crisis humanitaria que vive el país, negar la asistencia ofrecida por otras naciones hermanas, negar por cuarta vez el amparo por escases de alimentos y llegar hasta el descaro de decir que la ‘crisis humanitaria existe porque todo sale por Colombia’, es lo más absurdo y descarado que pueda existir”, sentenció Calleja.
De lo grave a la extinción
El magistrado del TSJ en el exilio dijo que la situación en Venezuela está pasando “de lo grave a la extinción” debido a que en los 300 hospitales aproximadamente que hay en el país, muere una persona por día a causa de falta de medicinas o insumos médicos.
Información de denuncias reflejadas en los medios de comunicación dan cuenta que en noviembre murieron entre ocho y 10 niños por desnutrición, condición que tiende a agudizarse conforme pasa el tiempo y que puede llegar al 15% de afectación en la población infantil, según estimaciones de expertos.
“El Gobierno de Venezuela y sus dirigentes políticos deben dar muestra coherencia y tenacidad aceptando la asistencia humanitaria de manera inmediata sin dilación alguna. La urgente necesidad de salvaguardar la vida de los venezolanos sin exclusiones por su nivel social, sin distingo político es la prioridad que exigen los venezolanos chavistas o no chavistas”.