La avenida Libertador, donde se reportaron viernes y sábado desórdenes públicos, reapareció el patrullaje policial. En Maracaibo volvieron a sonar las gaitas y el vallenato en las tiendas de la avenida. Tras dos días de caos, el tránsito, reducido, movilizó a los usuarios
Los días de revuelo en el casco central de Maracaibo afectaron a comerciantes formales e informales. Ayer, los mercantes abrieron con cautela sus negocios. A 24 horas del anuncio presidencial de extender la circulación de los billetes de 100 bolívares, restricción que en principio detonó el enojo de usuarios, volvió la calma a la ciudad.
La avenida Libertador, donde se reportaron viernes y sábado desórdenes públicos, reapareció el patrullaje policial. Se ordenó por puntos de intersección vial mientras que en los centros comerciales rondaban uniformados. Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, informó que hubo 10 intentos de saqueos y daños.
La presencia policial actuó en Cañada Honda, Milagro Norte, Curva de Molina y casco central. En los sectores foráneos destacó Sur del Lago y La Villa del Rosario, donde se atacó unidades y establecimientos de comida. Parisi recordó que los comercios deben aceptar nuevamente el billete de mayor denominación, vigente hasta el 2 de enero de 2017.
En Maracaibo volvieron a sonar las gaitas y el vallenato en las tiendas de la avenida Libertador. Tras dos días de caos, el tránsito, reducido, movilizó a los usuarios. Hacia el norte de la capital zuliana los comercios trabajaron a medias. En el centro comercial Caminos del Doral, donde la noche del viernes una turba de más de 40 personas ingresó a las tiendas y robo bienes, abrió sus puertas. Solo tres negocios de los seis afectados reactivaron las actividades.
Un encargado que pidió no ser identificado, informó que perdieron cerca de 15 millones de bolívares. Ninguna autoridad regional ni policial ejecuta investigaciones para responder por los daños. “Entraron a saquear. Se llevaron batidoras, televisores y equipos. Hasta los adornos de la tienda desaparecieron”.
La respuesta de una patrulla de la Policía regional fue rápida, pero se perdieron los bienes. El patrimonio del trabajo de una familia. El responsable lamentó el caos que le tocó de cerca y afectó la labor de los trabajadores.