El derecho a la democracia

La legitimidad de origen, no da derecho a ningún Gobierno a irrespetar los elementos esenciales y los componentes fundamentales de la democracia

La crisis político-social de Venezuela, pondrá a prueba el valor de los principios frente a los intereses en las relaciones internacionales de América Latina. Será una prueba de fuego para la Organización de Estados Americanos y los demás organismos multilaterales del continente. Desde la puesta en vigencia de la Carta Democrática en 2001, es el caso más difícil que se le haya presentado a la OEA. El problema será juzgar con ponderación, equilibrio y objetividad, si el Gobierno de Venezuela ha promovido y defendido el derecho de su pueblo al ejercicio efectivo de la democracia, al Estado de derecho y al régimen constitucional, según la mencionada carta o no; y hasta qué punto, esta situación ha generado la crisis humanitaria inocultable a los ojos del mundo que padecemos.  

Hoy no basta para considerar a un Gobierno como democrático, que su origen esté en el sufragio (legitimidad de origen). Se requiere además, legitimidad de ejercicio de ella. En consecuencia, la legitimidad de origen, no da derecho a ningún Gobierno a irrespetar los elementos esenciales y los componentes fundamentales de la democracia, contenidos especialmente en los artículos 3, 4, 5 y 6 de la Carta Democrática. 

Ningún Gobierno electo puede entonces convertirse en una autocracia, y menos si es fundamentada en una ideología divorciada por completo de los principios constitucionales que son la base de un Estado. Es esto lo que está planteado en la OEA con respecto a Venezuela. El pueblo venezolano a través de sus representantes, está planteando al mundo, con pruebas contundentes, que su Gobierno está violando su derecho a la democracia; pues es evidente que existe una alteración del orden constitucional que afecta al orden democrático. El secretario general de la OEA, fundamentado en el artículo 20 de la carta, ha presentado un informe sobre el caso de catálogo histórico. 

El Consejo Permanente en declaración conjunta de compromiso, todavía no ha entrado en el fondo del asunto. Ahora, las países de América Latina tienen la palabra. ¿Prevalecerán los principios o los intereses circunstanciales? ¿Se conformarán solo con salidas diplomáticas de compromiso o ayudarán verdaderamente al pueblo venezolano a recuperar cuanto antes su derecho a la democracia? Eso lo veremos en los próximos días y meses.

Visited 3 times, 1 visit(s) today