El desinvitado de la Cumbre

 

Recientemente varios países que conocieron en carne propia el desastre, la hambruna y el colapso producido por el socialismo del siglo XX, aún sin ser miembros de la Unión Europea se sumaron a las sanciones contra la dictadura venezolana

La ministra de Relaciones Exteriores del Perú Cayetana Aljovin anunció que el Gobierno de su país retiró la invitación al presidente Nicolás Maduro, basado en los alcances de una de las primeras Cumbres de jefes de Estado realizada en Quebec en el año 2002, en la que los Presidentes del hemisferio con la presencia del presidente Chávez, acordaron que “Cualquier alteración o ruptura del orden Constitucional o del orden democrático en un Estado del hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas”. 

Esta decisión de excluir a Maduro de la cita política más importante del Continente contó con el entusiasta respaldo de los Cancilleres de América Latina reunidos de urgencia en Lima, quienes coincidieron con la medida adoptada por el grave colapso político, económico y social de una dictadura que viola de manera cada vez más radical y sistemática los principios establecidos en la Constitución Bolivariana y en los Acuerdos Internacionales vigentes, como la Carta Democrática Interamericana.

Pero en vez de entender que el aislamiento se debe a sus incumplimientos y tratar de responder con el ejercicio de la diplomacia como lo hizo Cuba, amenaza que contra viento y marea “llueve, truene o relampaguee, por aire, tierra o mar” estará presente, aun sin invitación, como él mismo anunció.

Esta insólita amenaza se suma a otros comportamientos y atropellos similares como cuando fue Canciller al anunciar de manera similar que entraría a Honduras con el avión oficial “con o sin autorización” acompañando a Zelaya, depuesto por violar la Constitución de su país, lo que terminó en el ridículo internacional porque no le permitieron aterrizar. Además de exponer a nuestro país al primitivismo, es no tener el menor sentido de lo qué es hacer diplomacia.

Mientras tanto, el aislamiento mundial sigue creciendo. Recientemente varios países que conocieron en carne propia el desastre, la hambruna y el colapso producido por el Socialismo del siglo XX, aún  sin ser miembros de la Unión Europea se sumaron a las sanciones contra la dictadura venezolana, como en el caso  de Moldavia, Albania, Macedonia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina, Ucrania, Georgia y otros. Todo ello demuestra que no solo se le retiró la invitación a la Cumbre hemisférica, sino que las puertas de otras regiones del mundo rechazan la grave situación que vive nuestro país. 

 

 

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