El Día Internacional del Migrante tiene sello venezolano

La diáspora de venezolanos, impulsada, entre otros flagelos, por la inseguridad y el deterioro económico, hace que la palabra migrante resuene dentro y fuera del país

Hoy es Día Internacional del Migrante, cada 18 de diciembre el mundo voltea la mirada para ser testigos de una hecatombe a la que (sobre)viven millones de personas que salieron de su país, ciudad o pueblo, para establecerse en otro. Los factores que alimentan la diáspora de familias enteras son múltiples y los patrones atienden a variables históricas, geográficas, políticas, sociales, ambientales y económicas. En Venezuela la palabra “migrar” resuena, no es ajena. 

Las cifras de migrantes aumentan año tras año en todo el planeta y más de 250 millones de personas viven fuera de su país de origen según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta cantidad representa un aumento superior al 40 por ciento en comparación con el año 2000. 

Venezuela no escapa de esa realidad, de acuerdo al informe global sobre este fenómeno, elaborado por el Observatorio de la Voz de la Diáspora Venezolana con cifras de los institutos de estadística de los países receptores, más de dos millones de venezolanos partieron de Venezuela en los últimos 18 años. La mayoría a Estados Unidos (entre 400 mil y 450 mil) y España (300 mil). El éxodo se aceleró en distintas oleadas migratorias al calor de la crisis.

Con sello venezolano 

La diáspora se ve empujada, además de otros flagelos, por los altos niveles de inseguridad que según el Observatorio Venezolano de Violencia dejo más de 28 mil muertes violentas en 2016, el deterioro económico, con una inflación de tres dígitos, escasez y derrumbe del poder adquisitivo, además de la falta de medicamentos o imposibilidad de adquirirlos, que asfixian y matan a los habitantes.

Los venezolanos se consiguen en todos los continentes, desde Australia hasta la India, de Sudáfrica a Nueva York. En 2015, entraron llegaron Colombia casi 330 mil, en 2016 ascendió a 379 mil y este año la “situación se acrecentó”.

Chile, Perú, Brasil, Argentina, Canadá, Inglaterra, Francia e Italia son otros destinos con masiva presencia de venezolanos. En México, de acuerdo a la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, 40 mil ciudadanos han llegado en avión al país en lo que va de año, más de 200 por día. 

Corrupción y desequilibrios

Jesús Urbina, periodista y activista de Transparencia Venezuela señalo que “Todos conocemos a alguien que ha migrado de Venezuela a consecuencia de la corrupción que se comió sus oportunidades de bienestar y de tener una vida digna”. Sin distinción, en muchos de los casos, las personas que salieron de su “terruño”, sufren los desmanes. Norberto Morán miembro de la Asociación Civil Ciudadanía Divers, se refirió  a las dificultades que enfrentan las personas homosexuales y transexuales al convertirse en refugiados. “En Venezuela no tienen derecho a la identidad, son vulnerados. En algunos Estados de África hay penas de muerte para las personas percibidas como homosexuales”.

Para la abogada Maykelis Pacheco, es necesario diferenciar entre los migrantes económicos, quienes van con un proyecto de vida a otro país y los refugiados, que son víctimas y deben partir de su territorio en contra de su voluntad. “Es importante que las personas puedan recuperar su dignidad”. Otros de los problemas, poco visibilizados en el país, son los ambientales. Jacqueline Pérez, especialista en la materia, reitero que las migraciones climáticas tienen muy preocupadas al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), porque el número de desplazados, por este motivo en el mundo, son mayores a los desplazados por conflictos políticos. “Hay estudios que abogan por crear la figura del desplazado ambiental. La tragedia de Vargas fue el desplazamiento climático más grande que ha existido en Venezuela”.

La situación, margina y condena a las mujeres. Según Estefanía Mendoza Coordinadora de Planificación de la ONG Mulier basándose en informes de la ONU,  mínimo una de cada cinco mujeres refugiadas o desplazadas fueron víctimas de la violencia sexual. “50 por ciento de los refugiados en el mundo son mujeres y niñas. Ni en los campos de refugiados de Naciones Unidas estamos protegidas”.