El debate político es necesario. El diálogo y la confrontación de ideas son líneas estratégicas del Gobierno Nacional para dirimir conflictos y encontrar soluciones en función de la estabilidad popular
En un período marcado por agresiones económicas y diplomáticas, así como por maniobras ilegítimas de asalto al poder político y un intento de magnicidio, el presidente de la República, Nicolás Maduro, ratificó su voluntad dialogante al convocar encuentros conciliatorios con sectores económicos, sociales y políticos.
En una acción que continúa el camino andado entre 2013 y 2017, etapa en la cual realizó 338 llamados a diálogo a la oposición venezolana, este año impulsó una agenda de debate permanente “para dejar atrás las peleas y dar paso a la reconciliación con todos los sectores del país”.
“Reencuentro, reconciliación, diálogo permanente es lo que necesita Venezuela y no peleas estériles”, aseveró el pasado 20 de mayo, luego de resultar electo como Presidente de la República para el período 2019-2025, con seis millones 245 mil 862 votos.
Su emplazamiento se dirigía a los excandidatos presidenciales Henri Falcón (Avanzada Progresista, MAS y Copei); Javier Bertucci (Esperanza por el Cambio) y Reinaldo Quijada (UPP 89), así como a los dirigentes de derecha promotores de la abstención. El objetivo no era otro que atender las diferencias y establecer un plan conjunto para encarar los desafíos que atravesaba el país.
La oportunidad fue rechazada por parte de la oposición venezolana que se negó a “estimar la vía de lucha legal y democrática”, de acuerdo con un análisis del periodista José Vicente Rangel.
No obstante, el excandidato presidencial Javier Bertucci y representantes del partido Copei, encabezados por su dirigente nacional Pedro Pablo Fernández, sí atendieron la convocatoria, ganándose por ello el descrédito de factores vinculados a la derecha radical.
Eje de una nueva gestión
En su primera alocución al frente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), luego de las elecciones presidenciales, Maduro trazó seis líneas de acción para la nueva gestión, que iniciará formalmente el 10 de enero de 2019.
El diálogo y la pacificación encabezan la lista, siendo su propósito “superar las heridas que dejaron las guarimbas y las conspiraciones” y elaborar planes conjuntos en favor de los venezolanos.
En la búsqueda de avanzar en el proceso de reconciliación nacional, el jefe de Estado anunció la liberación de personas vinculadas a las operaciones sediciosas registradas entre 2014 y 2017.
La medida se cumplió. Un número cercano a 200 privados de libertad resultaron favorecidos con el otorgamiento de beneficios procesales por parte del Estado, luego de una serie de resoluciones emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
En la aplicación de medidas sustitutivas, dirigentes políticos como Pedro Pablo Fernández y Javier Bertucci; así como gobernadores opositores como Ramón Guevara (Mérida), Antonio Barreto Sira (Anzoátegui), Alfredo Díaz (Nueva Esparta) y Laidy Gómez (Táchira) desempeñaron el rol de garantes, siendo resultado del proceso de diálogo nacional.
Por la recuperación económica
Un mecanismo clave como el debate también tenía que orientar la conquista de acuerdos económicos. El llamado se extendió a sectores empresariales (públicos y privados) para avanzar en la recuperación y crecimiento de la producción.
La primera jornada convocó al presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Luis Carranza, e integrantes de la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV).
En los días sucesivos, el Presidente Maduro se reunió con empresarios públicos y privados para establecer acuerdos en materia de precios.
El resultado palpable del debate económico -que contó además con la conducción de la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, y el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami- fue la publicación de precios acordados de 30 productos alimenticios.
La más reciente actualización, de fecha 3 de diciembre, quedó refrendada en Gaceta Oficial Nº 41.536.
Unidad y trabajo colectivo
En las jornadas de diálogo con organizaciones de base y movimientos sociales, se apostó por una agenda conjunta para solventar nudos críticos y avanzar en la ejecución de proyectos de carácter sectorial.
Comuneros, intelectuales, estudiantes (bachilleres y universitarios), trabajadores, campesinos y la juventud presentaron sus aportes y análisis en materia económica, área fundamental del período gubernamental 2019-2025.
Base de la diplomacia
En política exterior, la bandera del diálogo se mantuvo desplegada a pesar de los ataques diplomáticos y medidas unilaterales aplicados por gobiernos extranjeros contra Venezuela.
Desde inicios del año 2018, el Gobierno Nacional planteó el debate como un mecanismo para establer relaciones de respeto e igualdad con Estados Unidos. Sin embargo, solo recibió negativas por parte de la administración del presidente Donald Trump.
El 20 de febrero, la Casa Blanca rechazó la invitación de dialogar en Caracas o en Washington. Una acutación similar ocurrió el 26 de septiembre, luego de que Maduro manifestara su disposición de reunirse con su homólogo a propósito de su participación en la 73º Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebrada en Nueva York.
“A pesar de todas nuestras diferencias, yo estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y sentarme a dialogar sobre los asuntos que afectan a nuestra región”, afirmó el jefe de Estado durante su intervención.
La reunión, cuya posibilidad asomó Trump con la frase “estoy dispuesto a reunirme con quien sea”, fue desestimada por la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien negó la celebración de un encuentro bilateral.
Aún con las constantes negativas del gobierno estadounidense, Venezuela mantuvo su oferta de diálogo. El pasado 13 de diciembre, el Presidente Maduro extendió una nueva invitación a su homólogo norteamericano para “conversar sobre la paz, la cooperación y el futuro”.
Un objetivo de la mesa de diálogo también ha sido retomar las relaciones diplomáticas con el gobierno de Colombia, dirigido por Iván Duque. Ambas naciones no mantienen comunicación, de acuerdo con una denuncia realizada por el canciller de la República, Jorge Arreaza.
“Es una irresponsabilidad que los cancilleres de dos países con una dinámica tan fuerte no nos comuniquemos”, afirmó el pasado 12 de noviembre.
Días más tarde, el presidente de Colombia anunció que su gobierno rompería relaciones diplomáticas con Venezuela a partir del mes de enero. La decisión responde al no reconocimiento de los resultados de las elecciones del 20 de mayo y constituye una agresión a la institucionalidad democrática de Venezuela.
diciembre 5, 2024
