No
¿Se puede derrotar el vigente proyecto autoritario desde las urnas electorales en el evento del próximo 6-D? Es la gran inquietud de la inmensa mayoría de los venezolanos al día de hoy. Particularmente pienso que hay que ir a votar a sabiendas de que tener unas elecciones limpias representa una quimera. La ciudadanía que cree en el acto electoral como el procedimiento legítimo, pacifico y civilizado para dirimir las controversias y hacer de la política un asunto meramente institucional, de acuerdo a las leyes del ejercicio democrático, nos sentimos atrapados ante éste dilema.
Todas las encuestas serias al día de hoy consideran un imposible el triunfo electoral de los partidarios de Maduro, y no hay indicios de que esta situación se revierta. Amigos optimistas me han señalado que cuando el electorado se torna aluvional no hay quien lo derrote. Mientras que otros, quienes conforman la legión de los decepcionados, consideran que el “no volverán” no sólo es una arenga, sino el desprecio a la más elemental y sana alternabilidad democrática.
Veamos lo que piensa al respecto un luchador político legendario como Pompeyo Márquez, hombre curtido en mil batallas electorales: “No es una frase cualquiera la que dice que “no volverán”. La arrogancia del poder es capaz de cualquier barbaridad para mantenerse en él. La defensa del voto electoral puesta en manos de Henry Ramos Allup es un claro grito de alerta contra cualquier maniobra del organismo electoral”.
Mientras que para el historiador Agustín Blanco Muñoz, concederle al oficialismo el beneficio de la duda democrática es un acto de ingenuidad suicida. “Por tanto, la carrera electoral chavista es fraudulentamente triunfal”. Y es tajante al decir: “Para la fecha, y mientras no se entienda la necesidad de hacer una política, apartada de negociaciones y complicidades, no habrá legalidad, instituciones autónomas, libertad de presos políticos ni triunfo opositor el 6-D. Leopoldo López, por decisión de la fuerza dictatorial votará en Ramo Verde. Sancho, no serán los 6-D los que logren la libertad de los presos políticos!”.
Si bien es cierto que el régimen juega a la democracia para luego torpedearla, el escenario electoral es un universo abierto de posibilidades insospechadas de reinventar la atascada política nacional nuestra. ¡Hay que estar preparados para lo imprevisto como ciudadanía activa y comprometida con la restauración de la legalidad institucional y la democracia