No
He vivido en el exterior como estudiante; a EEUU solo he ido dos veces en los años 80, una, para realizar un curso de 45 días y otra, de paseo por 10 días; tengo más de 30 años que no visito “el imperio”. No tengo visa y no me amilana decir que admiro ese país por su desarrollo, por su democracia, Estado de derecho y por su aporte a la universalidad comprometida en calidad de vida de su pueblo. En EEUU la Constitución Nacional, desde su aprobación en el Congreso Nacional el 9 de julio de 1778 sólo ha sido “enmendada” 27 veces; los estadounidenses admiran y respetan su CN.
El régimen comunista del engendro, por las sanciones que con todo derecho legal realizó, primero Obama y ahora Trump, a un grupo de venezolanos, por estar ejerciendo actividades en una constante violación de los DDHH, han encendido las pasiones nacionalistas y usan un lenguaje alejado de la realidad política mundial; acusan de "pitiyanquis y de lacayos del imperio" a quienes no salimos ni saldremos, a rechazar una supuesta agresión que no es contra Venezuela, sino contra el régimen forajido en el poder.
Si ser “pitiyanqui” y "lacayos del imperio" es: a) estar de acuerdo con que se sancione a los nacionales que han detenido, torturado y asesinado a una gran cantidad de venezolanos, violentando el Estado de derecho; b) estar de acuerdo con que se sancione a los venezolanos que “saquearon” el erario nacional y lo depositaron en bancos del exterior y están respaldados por el régimen forajido en el poder; c) estar de acuerdo que se sancione a quienes ejercen ilícitos como el tráfico de droga y contrabando, con la anuencia del régimen; d) estar de acuerdo con que se sancione a quienes utilicen el poder del Estado para crear alianzas con terroristas; e) estar de acuerdo de crear “expediente personal” a todos los involucrados y sea presentado en los organismos penales internacionales; f) defender, con nuestras vidas las libertades como: la propiedad privada, la libertad de expresión, la autonomía universitaria y sindical, el crecimiento y desarrollo de las potencialidades individuales y colectivas, la pluralidad política; y g) denunciar al régimen comunista ante las instancias continentales y mundiales por el hambre, la muerte y la miseria que sufre nuestro pueblo; entonces: “soy un ‘pitiyanqui’ y un connotado lacayo del imperio”.
El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes. Cicerón