![El enorme peso de vivir con 18 kilos El enorme peso de vivir con 18 kilos](https://laverdad.com/wp-content/uploads/2017/04/118569a.jpg)
![La joven no ha podido subir de peso por falta de leche y suplementos que la ayuden a recuperar su fuerza (foto: Maria Fuenmayor)](/wordpress/wp-content/uploads/2017/04/118569b.jpg)
Keylín
Envuelta en un vestido azul estampado con flores rojas, Keylín Aguirre hace un esfuerzo por levantarse de la cama. Son las 11.15 de la mañana y todavía tiene sueño. Le cuesta caminar. Se sostiene de la pared hasta llegar al regazo de su madre, quien la recibe con una sonrisa y -mientras le peina su larga cabellera- relata el sufrimiento de su niña. Ella padece retardo mental moderado y musculoesquelético grave. “Me da mucho miedo, pero rezo y le pido a Dios que me la sane. Él sabrá porqué me la presentó así. Aquí estoy luchando con ella”.
La familia vive en el barrio Rafael Urdaneta, en el kilómetro 18 vías a La Concepción. Mientras sosteniene a su niña entre sus piernas, Greylis Reverol le contó a La Verdad que el calvario de su hija mayor comenzó al poco tiempo de nacida. Su primer síntoma fue en la vista. “Se le estaban cayendo los párpados y había que acostarla a dormir hasta cinco veces al día para que descansara la vista”.
Su madre comenzó a indagar sobre qué tenía su pequeña a quien un neurólogo la diagnosticó con epilepsia. Asegura que desde que convulsionó aquella primera vez, “más nunca” volvió a hacerlo.
Ese fue el inicio de la degeneración en la salud de Keylín, que hoy pesa 18 kilos y medio con 17 años de edad. Hace poco estuvo recluida en el área de recuperación nutricional del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, pero solo logró aumentar 500 gramos, aun con el esfuerzo del equipo médico. Su madre explicó que su hija no engorda por su patología. “Todo lo de ella es muy lento. Ella no engorda de ninguna manera”. El año pasado pesaba 26 kilos y medio pero a medida que su enfermedad avanza, ella desmejora.
De tripas corazón
Greylis aseguró a este rotativo que tiene que hacer “de tripas corazón” para poder sobrevivir con sus hijas Keylín, y Michelle de 12 años. Es madre soltera y docente. Cuenta que con el sueldo mínimo que le pagan como maestra no le alcanza para nada. “Es muy difícil porque ella está en control nutricional en el Hospital de Especialidades Pediátricas y hay que darle seis comidas al día. Cuando se levanta debería tomar alimento pero tengo más de nueve meses que no le doy la leche que ella toma porque no la consigo”.
Intenta no llorar frente a Keylín. La maestra contó que ha viajado hasta Colombia en busca del suplemento alimenticio que necesita su hija pero no hay. Mientras tanto la alimenta con plátano, arepa o pasta y en las meriendas le da gelatina y avena. “Cuando tengo, le doy cereal”. Aunque jura que hace “hasta lo imposible” para que a sus hijas no les falte el pan. Reconoce que a veces se le escapa de las manos y es ahí donde la invade el miedo.
Estado crítico
La recuperación nutricional para los pacientes con retardo musculoesquelético grave es lenta y complicada. Keylín tiene gastritis crónica y una bacteria en el estómago que no la deja avanzar en su recuperación para poder recibir una operación de rótulas que impediría que a largo plazo deba usar una prótesis de cadera.
Hace más de un mes que la adolescente no va al colegio por la debilidad en su cuerpo. Hace dos semanas hizo cinco vómitos seguidos que la descompensaron por completo. Según relata su madre, lo único que pide es estar acostada con ella. “Tenemos que tener mucho cuidado porque se pone muy mal. Lo material a mí no me importa, si yo tengo que vender la casa y lo poco que tengo, yo lo hago por ellas”.
La mujer agradece a Dios tener la ayuda de sus padres que cuidan de sus hijas mientras ella trabaja en la tarde.
AYUDA
Keylín necesita con urgencia ensure o pediasure, un suplemento nutricional que la ayuda en su recuperación. Además de leche, jugos y comida. Si usted desea ayudar puede comunicarse con su madre al 0414 668 23 89 o al 02617996116.
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