El
En 2009, Chávez anunció el Complejo Farmacéutico Socialista en Guacara, de 20 hectáreas, que daría soberanía farmacéutica a Venezuela y al Alba. Se hizo el levantamiento topográfico, se pagaron los primeros 86 millones de bolívares del total de 60 millones de dólares. Hoy solo queda un terreno enmontunado y el aviso de propaganda.
El Sefar fue inaugurado en 2009, y desde 2011 comenzó a disminuir su producción. Ya para 2014 producía ocho millones de unidades de las 18 programadas. En 2012 se incineraron 50 toneladas de medicamentos vencidos, y este mes de febrero dejaron vencer tres mil frascos de antiséptico y 300 cajas de guantes.
En 2010 la Contraloría, en referencia a 20 contratos para la compra de medicamentos a Cuba por un mil 317 millones de bolívares, concluye que: “no fue posible constatar algún documento que verificara estas compras algunos productos superan en cantidad por encima del 900 % del total necesitado y tardaron seis meses en la aduana con fecha de vencimiento inferior a la requerida”.
Ese mismo año expropian la fábrica Proula de la ULA, fundada en 1995, la cual hicieron quebrar a través de los precios regulados (Valpron a Bs. 8). Invirtieron 38 millones de dólares para construir cuatro nuevas plantas. Hasta hoy, ni una pastillita. La fábrica de hemoderivados (inmunoglobulinas) Quimbiotec, fundada por el prestigioso Ivic en 1988, que exportaba sus afamados productos, pasó a manos de uno de los “ministerios del poder popular” y en agosto 2015 dejó de producir. La fábrica de antibióticos de Barcelona que debió estar lista en 2012 no se fabricó.
En 2011 se proyecta y en 2012 comienza la construcción de la planta para liofilizados en Carabobo, que se paraliza en diciembre. En 2013 se muda al estado Mérida y en 2014 al estado Yaracuy para entonces se habían gastado 59 millones de dólares. A los meses llegaron los equipos para producir los medicamentos y 2.5 toneladas de materia prima para una fábrica que no se construyó.
Esta semana la escasez de medicinas llegó al 80 % pero ¡no os preocupéis! que Maduro anunció el lanzamiento del motor farmacéutico y el “centro de llamadas” que no responde. El otro problema es que primero tiene que cancelar la deuda de seis mil millones de dólares que tiene con el sector. Que oiga quien tiene oídos…