"El Gobierno le niega la ayuda humanitaria a los venezolanos"

La Alcaldesa reconoce que la escasez y los altos precios de los aliemntos afectan a los habitantes de las 18 parroquias de Maracaibo. (Foto: Jhair Torres)

La negativa del gobierno del presidente Nicolás Maduro de aceptar ayuda humanitaria internacional, incluso de la organización católica Caritas, "no tiene perdón de Dios" para Eveling Trejo de Rosales, alcaldesa de Maracaibo, que ve con preocupación que en su municipio la gente "se está muriendo" de hambre y por escasez de medicamentos

La negativa del gobierno del presidente Nicolás Maduro de aceptar ayuda humanitaria internacional, incluso de la organización católica Caritas, "no tiene perdón de Dios" para Eveling Trejo de Rosales, alcaldesa de Maracaibo, que ve con preocupación que en su municipio la gente "se está muriendo" de hambre y por escasez de medicamentos.

"El Gobierno cada día está más equivocado, esto no tiene perdón de Dios, le ha negado la ayuda humanitaria a los venezolanos", dijo con indignación la mandatario local tras la inauguración de una exposición fotografía en homenaje a Tarquino Díaz, reportero de La Verdad, en el marco del 73 aniversario del Círculo de Reporteros Gráficos (CRG), seccional Zulia.

La alcaldesa informó que a través de su gestión trata de socorrer con alimentos a las familias más pobres de Maracaibo. Aunque reconoce que la escasez y los altos precios de alimentos afectan a los habitantes de las 18 parroquias del municipio, le lleva bolsas de comida a los residentes de Venancio Pulgar, Idelfonso Vásquez, Antonio Borjas Romero, San Isidro y Francisco Eugenio Bustamante.

Denunció que desde hace tres años le quitaron a la Alcaldía el código Sunagro para recibir alimentos directamente desde las empresas, por lo que ahora compran la comida más cara.

"Lo tenemos que comprar más costoso, tenemos que comprar los alimentos más caros para dárselos a quienes los necesite. La Alcaldía paga grandes cifras para lo poquito que podemos comprar, porque tampoco es que podemos darle a toda la población, pero le damos la bolsa de comida a la gente que se está muriendo de hambre".

No cree en la distribución de alimentos a través de los Comité Locales de Alimentación y Producción (CLAP) que promueve el Gobierno nacional. "Es denigrante los CLAP. Nunca he estado de acuerdo que al pueblo se le den dádivas. No estoy de acuerdo con las bolsas CLAP, que dividen porque no se le dan a todos por igual. Tienen que estar inscrita o tienen que ser del PSUV para que te puedan dar una bolsa. En cambio yo lo doy la comida a la gente sin preguntar de dónde es, porque soy la alcaldesa de todos los marabinos".

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