Luis Fernando Martínez, de 23 años, es una de las víctimas del choque registrado en el kilómetro 63 de la vía hacia Perijá, municipio de La Cañada de Urdaneta. Su cuerpo se carbonizó y quedó casi irreconocible. Denuncian que las autoridades se niegan a entregarles los restos aunque sus familiares están seguros que es Luis

Los familiares de Luis Fernando Martínez, de 23 años, esperaban pacientemente la entrega de sus restos. La Policía se negó rotundamente a dárselos. El cuerpo se carbonizó y no quedó ningún elemento que ratificara su identidad. El joven es una de las seis víctimas del choque entre la gandola y una Pick Up, en el kilómetro 63 de la vía hacia Perijá, municipio de La Cañada de Urdaneta.

La indignación se apoderó de los dolientes, amenazaban con entrar a la morgue forense y llevarse la masa aforme que quedó de él. Los allegados de Laudis Antonio Paz (52) se unieron a la protesta, entre sus denuncias responsabilizaban a la empresa donde trabajaba por el accidente.

“El Gobierno se quiere quedar con él, dicen que no es él, pero estamos seguro de que lo es”, sostuvo Mary Osorio, madre de Luis.

Los funcionarios de la Policía manifestaron que los cuatro carbonizados, entre las cuales cuenta Martínez, no podían ser entregadas a sus familiares hasta que los médicos forenses identifiquen los restos. 

Uno de los parientes del joven comentó que luego de producirse la colisión con ayuda de su familia lograron sacarlo del vehículo. “Sabemos que es él, nosotros lo trajimos hasta acá. Lo reconocimos, de hecho, tomamos la cadena que cargaba puesta”.

La familia de Laudis, en cambio recibió la noticia a través de una llamada que le hizo un representante de la empresa donde laboraba el occiso desde hace 10 años, dicen no conocer al conductor de la camioneta, sin embargo aseguraron que debían estar presentes. Difieren en todo momento de la versión preliminar que se difundió en los medios de comunicación, sostienen que la camioneta venía en sentido opuesto, perdió un caucho y produjo el accidente.

El conductor de la gandola se encontraba en horas laborales cuando todo sucedió por lo que también responsabilizan a la empresa y esperan que se haga cargo de los gastos. Una conocida de la madre de Luis llamó al dueño del establecimiento para que se pusiera a derecho y se comprometiera a asumir los gastos, a lo cual se mostraron receptivos.