Algo
“El sistema democrático ha brindado la oportunidad a líderes demagogos y populistas de ascender al poder para después, desde allí, liberar su vocación totalitaria con la coartada de la democracia popular.”. Neuro J. Villalobos R.
Este es un régimen que desde su comienzo en el año 1999, ha confundido la irreverencia con la grosería y la vulgaridad. Los medios de comunicación tienen documentado todos los momentos en que Chávez primero, y su segundón después, no han perdido ocasión para avergonzarnos con sus procaces expresiones, en una charlatanería propia de los talleres de adiestramiento ideológico del comunismo internacional donde se predica una “verdad” extraída de los santuarios marxistas, maoístas y zuchistas.
Además de tener un concepto utilitarista de la vida, asumen una moral muy elástica. Algo o alguien es bueno mientras sirva a sus propósitos, pero, muy malo cuando no conviene a sus fines. Eso está pasando ahora con la Carta Democrática Interamericana aprobada en septiembre del año 2001 en sesión plenaria de la OEA y el actual secretario general, Luis Almagro. Por cierto, es conveniente recordar que el presidente de la época, hizo retrasar su aprobación por su empeño en que se incorporara su concepto de democracia “participativa” y no solo representativa, lo cual no prosperó.
Todos los venezolanos debemos leer ese documento no solo por razones legales, nuestra Carta Magna expresa en su artículo 23 que “los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno”, sino además, porque en esa carta se deja bien precisado el concepto de democracia, sus elementos y componentes y el compromiso de los países signatarios de promoverla y defenderla.
Si bien ese organismo está conformado por Estados que a su vez los representan sus gobiernos de turno, la carta determina en su artículo 2 lo siguiente: “El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del Estado de derecho y los regímenes constitucionales de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos. La democracia representativa se refuerza y profundiza con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía en un marco de legalidad conforme al respectivo orden constitucional”.
Ayer, al insepulto presidente le gustaba o no le gustaba dicho organismo, según como se trataran sus caprichos; igual sucede hoy con el régimen moribundo; si la correlación de fuerzas es favorable sirve, si no, la desconoce, como ha venido haciendo con la Asamblea Nacional elegida democráticamente por los ciudadanos venezolanos el 6-D pasado. Ronald Reagan ya había precisado muy bien que la diferencia entre una democracia y una democracia popular es la misma que existe entre una camisa y una camisa de fuerza.