
Aún
Sobrevivió al Guillain Barré. Aunque aún su cuerpo no se comporta como antes, Mónica Vílchez mantiene la esperanza. Los doctores del Hospital Coromoto, donde permanecía recluída, le explicaron que recuperar su movilidad podría llevarse hasta un año, dependiendo a cómo reaccione a los tratamientos.
Hace una semana dejó atrás la cama del hospital donde sus familiares la visitaron por un mes. A Vílchez se le manifestaron “complicaciones neurológicas” también conocidas como el síndrome Guillain-Barré, luego de padecer zika. Sus conocidos tuvieron que peregrinar por toda la ciudad para conseguir los insumos: catéter, soluciones y demás medicamentos necesarios para la plasmaféresis, tratamiento que le devolvió la vida. Comentó a La Verdad que debe recibir terapia para recobrar por completo el movimiento en sus brazos y piernas.
Ingreso
El 26 de diciembre nunca lo podrá olvidar. Ese día sus miembros se le paralizaron, tuvo fiebre, vomitó y casi no podía hablar. Describe el episodio como uno de los más fuertes que hasta ahora vivió. Relató que al entrar al centro de salud perdió la noción del tiempo. “Recuerdo que llegó un punto en el que dejé de sentir dolor, solo me sentía hinchada. Ya casi no veía, ni podía hablar, no fue hasta que me colocaron la plasmaféresis que pude recuperarme”.
José Simancas, esposo de Vílchez, recordó que luego de dos sesiones de plasmaféresis su esposa salió del cuadro de fiebre y recuperó la consciencia. “El médico nos dijo que podíamos seguir el tratamiento en casa, pero debe estar en una cama clínica y con colchón antiescaras (lesión en la piel producida por cualquier necrosis de origen infeccioso)”.
Consecuencias
Antes de regresar a casa con sus dos hijas los doctores recordaron a la familia que en esta enfermedad es importante la paciencia. “Dijeron que la recuperación es lenta, puede durar de tres meses a un año, dependiendo”. También fueron específicos al recomendarles asistir a las consultas y terapias.
Para la familia las condiciones de Vílchez son delicadas. Su esposo pasa las 24 horas del día pendientes de sus necesidades, al mismo tiempo debe atender a sus dos hijas. “Su mejora va como por el dos por ciento. Ahora puede mover el brazo izquierdo más que el derecho y las piernas no las puede mover, eventualmente tiene espasmos momentáneos, reacciones periódicas en sus miembros pero continúa sin actividad motora”, indicó el hombre. Añadió que a la situación se le suma otra dificultad, se les hace imposible trasladarse para cumplir con las terapias, por lo que contratan terapeutas particulares.
Necesidad
A través de amigos y moviendo “influencias” la familia obtuvo algunos medicamentos. El colchón antiescaras fue donado pero el resto de los fármacos son otra historia, “Desearíamos que algunos entes nos ayudaran. Debemos pagar el alquiler de una cama clínica de cuatro mil bolívares mensuales más los medicamentos”. Vílchez requiere pañales, centros de cama, Sedac tabletas de 400 miligramos, antibióticos y parche duoderm para la escara. “No los conseguimos o son muy costosos. Hacemos un llamado a las autoridades a que se aboquen a solucionar los problemas, porque de eso depende la recuperación”.
Colaboración
Personas interesadas en apoyar con medicinas comunicarse con la familia Simancas al teléfono 0416-062.43.11