La comunidad aseguró que era un indigente del sector Las Tuberías, parroquia Ildefonso Vázquez, de Maracaibo. Ninguno conocía su nombre de pila. La Policía investiga el crimen como una venganza. A la víctima la ataron de pies y manos antes de darle un golpetazo en la cabeza y quitarle la vida
La sangre aún estaba fresca y el cuerpo empezaba a tornarse rígido cuando lo encontraron a un lado de la avenida principal del sector Las Tuberías, parroquia Ildefonso Vázquez, de Maracaibo. Todos los curiosos conocían a la víctima, pero ninguno sabía su nombre. Al “Sopita” lo mataron a palos y de un golpetazo en la cabeza. Creen que se metió con quien no debía y se vengaron.
Su rostro se veía tranquilo. Pese al sufrimiento previo antes del deceso. Sus homicidas lo ataron de pies y manos, le bajaron los pantalones, le pegaron y lo arrojaron a un costado de la calle 10. Tenía el rostro cubierto de sangre y arena y unas gotas rojizas en el pie y el brazo derecho.
La víctima, de 1.70 de estatura, piel trigueña, contextura delgada, cabello rapado, vestía una franela verde turquesa con un pantalón verde militar caído hasta los tobillos, un bóxer gris desteñido con franja roja, y una correa de tela morada en diferentes tonalidades.
Según los vecinos, el “Sopita” era un indigente de Cardonal Norte, comunidad que colinda con Las Tuberías. Se toparon ayer, a las 5.00 de la mañana, con su cadáver. Sintieron compasión de él y lo taparon con un plástico blanco hasta que los dos funcionarios de la Policía científica arribaron al sector.
En el sitio, no hubo quien llorara a la víctima. Los curiosos se aglomeraron cerca cuando llegaron los medios de comunicación, cuchichearon, se rieron y posaron para las cámaras. Ninguno aportó mayores detalles sobre el muerto o sus criminales. Solo esperaron pacientemente hasta que llegó la furgoneta, montaron el cuerpo en la parte trasera y lo llevaron a la morgue forense.