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La tradición venezolana de la quema del muñeco que simboliza a Judas Iscariote se realizó ayer, Domingo de Resurrección. Este año, el malestar colectivo se abocó a la situación económica del país y, en consecuencia, a quienes dirigen las entidades gubernamentales. En los municipios del Zulia y sus comunidades, los habitantes sacaron a sus muñecos, algunos con un bigote y otros con mensajes alusivos a la crisis nacional.
Por segundo año, el partido político Primero Justicia realizó en los 23 estados del país una actividad que evidenció el descontento popular. En Maracaibo, los adeptos al partido se concentraron en la avenida 15 Delicias, frente a un centro comercial de la avenida La Limpia y en la estación Libertador del Metro de Maracaibo. A las 10.00 de la mañana, Rafael Ramírez, diputado de la Asamblea Nacional, llegó junto a su equipo a la esquina de Delicias con la calle 67 -Cecilio Acosta-, e inició el acto simbólico.
“Hoy (ayer) quemamos a Judas, que es Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, los representantes más fieles del Gobierno y de este desastre que tenemos aquí. Estamos convencidos de la necesidad de renovarnos y los venezolanos no podemos perder la fe de que existe una posibilidad de cambiar el país”, manifestó el diputado. Ramírez invitó a los venezolanos a seguir en la construcción de una mejor Venezuela y un nuevo gobierno. Aseguró que la propuesta para reivindicar el país responde a un referendo revocatorio, que depende de la autorización del Consejo Nacional Electoral (CNE). “El pueblo convoca y el pueblo revoca”.
Jesús Beuses, vecino del sector Santa Lucía, manifestó que incineraría un muñeco que ejemplifique a Nicolás Maduro y “al PSUV completo”, pero Jesús Muñoz refutó la idea de Beuses y admitió que quemaría al presidente de la Asamblea Nacional, Ramos Allup, “porque lo único que hace es hablar y hablar, pero no actúa”.
En otros puntos de la ciudad, como en el sector Veritas, también quemaron judas, la mayoría simulando la figura del Presidente.