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La temporada 2016 de las Grandes Ligas inició con muchas expectativas para Francisco Rodríguez. El criollo volvía a estar en un equipo competitivo y con varios venezolanos importantes, entre ellos Miguel Cabrera y Víctor Martínez. Pero el inicio no ha sido muy alentador, tiene efectividad de 7.11 en 6.1 innings lanzados y para completar ha perdido velocidad en sus pitcheos.
Claro está que desde el 2007, Rodríguez no es el pitcher lanzallamas que fue en el inicio de su carrera, pero que sus lanzamientos pierdan dos millas por hora de una campaña a otra, es algo poco habitual. La recta es una de sus armas que tienen un comportamiento anormal. Este año promedia 88.71MPH, lo que representa una disminución de 1.8 MPH en comparación con la zafra del 2015, según Brooks Baseball.
El cambio también ha decaído en su velocidad. Ese envío lo ha lanzado este año a 82.54MPH, una milla por hora menos que el certamen anterior. Pero no solo ha perdido rapidez, también la capacidad para generar swings fallidos. En 2015 los bateadores que trataron de batear ese pitcheo fallaron en el 25.42 % de las veces, mientras que en 2016 apenas el 13.64 % ha fallado.
Todas esas variantes han traído como consecuencia que los bateadores hagan mayor contacto ante los lanzamientos que realiza y como resultado final: mayor cantidad de pelotas en juego. En números: durante el 2015 el 31.03 % de los contactos que le hicieron fueron pelotas que estuvieron en el aire (líneas o elevados), esta zafra ese porcentaje se ha elevado a 37.18 %. Esa puede ser una de las razones de porqué ha recibido dos jonrones en siete juegos, cuando la zafra pasada recibió seis en 60 partidos.