El 15 de octubre de 1959, cuando la democracia despuntaba en el firmamento de Venezuela y la Reforma Agraria irrumpía en la agenda de la nación, se dictó la primera clase de Agronomía en LUZ gracias al empeño de excelentes universitarios como el decano fundador, José Jesús González
El Núcleo Agropecuario de la Universidad del Zulia (LUZ) está conformado por las facultades de Agronomía y de Ciencias Veterinarias.
El 15 de octubre de 1959, cuando la democracia despuntaba en el firmamento de Venezuela y la Reforma Agraria irrumpía en la agenda de la nación, se dictó la primera clase de Agronomía en LUZ gracias al empeño de excelentes universitarios como el decano fundador, José Jesús González y el apoyo infinito del Rector Eterno, Antonio Borjas Romero, quien supo reconocer el valor estratégico y necesario de los estudios agronómicos en una zona con un inmenso potencial agropecuario.
Por su parte, la Facultad de Ciencias Veterinarias inicia sus actividades el 5 de mayo de 1959, con el apoyo del rector Borjas Romero y de su decano fundador, Ramón Parra Atencio, que dieron el empuje necesario para crear el desarrollo científico y técnico del sector productor animal y agroindustrial y así formar a los mejor médicos veterinarios del occidente de Venezuela.
Hoy día, estas facultades junto a sus programas de pregrado y posgrado, son modelo de formación en el país y a nivel internacional. Basta mencionar que ambas carreras están reconocidas ante el Mercado Común del Sur (Mercosur), que le permite a los egresados por el Sistema Arcu-Sur, el ejercicio pleno de la profesión en los países miembros de esta comunidad.
Pero más allá de los logros alcanzados, este Núcleo sufre los embates de la realidad económica, social y política del país. La deserción, el olvido por parte de las autoridades para la toma de decisiones respecto a la problemática alimentaria, que bien nuestros académicos pueden aportar soluciones factibles y por si fuera poco, también la violación de sus espacios universitarios.
Hablo de la hacienda “San Pedro” y la granja “Ana María Campos”, que fueron invadidas en su totalidad y desvalijadas, dejando a cientos de estudiantes sin trabajos de campo, porque son laboratorios a cielo abierto y la universidad los requiere, además, son fuentes productoras que contribuyen al desarrollo agroalimentario de Venezuela.
En reiteradas ocasiones hemos acudido a las autoridades competentes, sin obtener respuesta alguna. Pareciera que no existe el respeto a los recintos sagrados universitarios y a la Ley Nacional de Universidades, específicamente al artículo 7 que expresa: “El recinto de las universidades es inviolable. Su vigilancia y el mantenimiento del orden son de la competencia y responsabilidad de las autoridades universitarias; solo podrá ser allanado para impedir la consumación de un delito o para cumplir las decisiones de los Tribunales de Justicia. (…) Corresponde a las autoridades nacionales y locales la vigilancia de las avenidas, calles y otros sitios abiertos al libre acceso y circulación, y la protección y seguridad de los edificios y construcciones situados dentro de las áreas donde funcionen las universidades, y las demás medidas que fueren necesarias a los fines de salvaguardar y garantizar el orden público y la seguridad de las personas y de los bienes, aun cuando estos formen parte del patrimonio de la Universidad”.
Sin embargo, estas facultades han seguido adelante en la formación de nuevos profesionales. La situación no nos va a detener, como lo he dicho en varias oportunidades, LUZ ante las dificultades se crece y esta es una muestra.
Felicito a los decanos José Manuel Rodríguez y Elvis Portillo, todo el personal docente y de investigación, administrativo, obrero y por supuesto a los estudiantes que hacen vida en el Núcleo Agropecuario de LUZ, por su esfuerzo y dedicación de seguir adelante en tiempos difíciles. Son digno ejemplo de nuestra universidad.