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Nuevamente, la palabra “diálogo” ocupa centimetraje en la prensa nacional e internacional, relacionada con la crisis venezolana. Y es que todos estamos siguiendo con sumo interés lo que ha sucedido y lo que puede estar por suceder en los nuevos intentos de entendimiento entre el oficialismo y las fuerzas alternativas democráticas en República Dominicana.
Si bien en el primer encuentro, el ansiado “humo blanco” estuvo muy lejos de salir, el episodio aún no ha finalizado, y continúa con un nuevo intento de hilar acuerdos, fijado para el 15 de este mes. Si de algo no se puede perder el foco es de las condiciones cambiantes a medida que los intentos de diálogo avanzan.
Entre las novedades que han ocurrido en estos días respecto a esta información, se encuentra el hecho de que el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, indicase que “el Gobierno de Nicolás Maduro no llegará a ningún acuerdo con la oposición ni convocará a elecciones si no se retiran las sanciones económicas internacionales”.
Esta afirmación abre de por sí, un nuevo y sumamente interesante escenario en el polémico diálogo, ya que, por primera vez, el Gobierno acusa el golpe de la presión que están ejerciendo los actores de la comunidad internacional en la situación venezolana. Entre otros aspectos de interés, no se puede perder el foco de que, en la agenda de las nuevas conversaciones se encontrarían las impostergables elecciones presidenciales del próximo año.
Respecto a lo que ha sucedido hasta ahora en Santo Domingo, y a lo que puede acontecer de aquí en adelante, el diputado de la Asamblea Nacional, Luis Florido, ha señalado que si bien no hubo un acuerdo, sí se encuentran sentadas las bases para el próximo 15 de diciembre.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, aseguró que el logro más importante durante el diálogo de los días 1 y 2 de diciembre, fue hacer que el Gobierno nacional se sentara frente a cinco países a rendir cuentas de los puntos más importantes que afectan a Venezuela: lo social, lo económico y lo político. Apunta el diputado que, tras estas cinco naciones se encuentran muchas más, incluida la Unión Europea.
Y otro factor a no perder de vista es que el diálogo no está ocurriendo en Miraflores. No es el omnipotente oficialismo imponiendo sus condiciones. El hecho de que haya comunidad internacional involucrada comporta testigos, mecanismos de verificación y compromisos que se deben cumplir. Las condiciones son distintas y pueden jugar a nuestro favor.