Francisco
El papa Francisco canonizó hoy a la primera pareja casada de la era moderna en la Iglesia católica, al declarar santos por derecho propio a los padres de Santa Teresita del Niño Jesús.
Francisco dijo a los feligreses reunidos en la Plaza de San Pedro que la pareja, Louis y Zelie Martin, “practicaron el servicio cristiano en la familia, creando día a día un ambiente de fe y amor que nutrieron las vocaciones de sus hijas”.
El papa de origen argentino es especialmente devoto de la monja carmelita descalza francesa del siglo XIX, conocida cariñosamente como “La pequeña flor”, quien falleció en 1897 a los 24 años y quien posteriormente fue declarada doctora de la iglesia universal en 1997 por Juan Pablo II.
Francisco tiene un ejemplar del libro “Historia de un alma” escrito por la monja, y cuando era arzobispo de Buenos Aires tenía la imagen de ella en su escritorio. El papa ha dicho que cada vez que tiene un problema, dirige sus oraciones a Santa Teresita y que con frecuencia se le aparece una rosa blanca como señal de que ella lo escuchó.
Los padres de la monja fueron canonizados al iniciar la última semana del Sínodo de las Familias, una reunión importante de obispos. Su objetivo es proporcionar a las familias católicas modelos de santos que tuvieron un cuidado especial en educar a sus hijos en la fe: la pareja tuvo nueve hijos, de los cuales solo cinco sobrevivieron, todas mujeres. Las cinco se convirtieron en monjas, entre ellas la más joven, Teresa, a los 15 años.
“Es la primera vez que una pareja ha sido canonizado como pareja y esto es una señal hermosa para las familias cristianas, que a menudo se quedan sin ningún tipo de apoyo y que tienen que ir contra la corriente, sobre todo en Occidente, para vivir y educar a sus hijos en la verdad de la creación y con ese amor que Dios nos ha dado en Cristo “, dijo el padre Romano Gambalunga, el postulador de la canonización.
No es coincidencia que los milagros necesarios para la canonización tuvieran que ver con las curaciones inexplicables de recién nacidos, que vieron la luz con lo que según los médicos serían enfermedades fatales.
Cuando la pareja fue beatificada en 2008, el “milagro” que se les adjudicó fue del pequeño Pietro Schiliro, nacido en la ciudad italiana de Monza en 2002 con una deformación congénita de pulmón que según los médicos que le permitiría sobrevivir. El sacerdote que fue llamado a bautizarlo animó a sus padres a rezar por la intercesión de los Martin. Después de un mes en una unidad de cuidados intensivos, durante la cual estuvo cerca de la muerte, fue dado de alta y ahora es un adolescente saludable.
El segundo milagro necesario para la canonización de los Martin tuvo que ver con una niña llamada Carmen, nacida a las 28 semanas de embarazo el 15 de octubre de 2008 en Valencia, España. Dos días más tarde, sufrió una hemorragia cerebral que causó una intoxicación de la sangre casi fatal. Sus padres acudieron a las monjas carmelitas en busca de orientación, quienes les sugirieron rezar por la intercesión de los Martin, que acababan de ser beatificados el 17 de octubre de 2008 en Lisieux.
Después de tres meses en el hospital, Carmen fue dada de alta, totalmente sana, el 2 de enero de 2009, en el 135 aniversario del nacimiento de la hija menor de los Martin, Teresa.