El Papa Francisco sorprendió a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano durante la celebración del Domingo de Ramos al optar por no leer la homilía que había preparado para la ocasión.
Más de 60.000 personas se habían reunido para dar inicio a los ritos de la Semana Santa, pero en lugar de escuchar las palabras preparadas por el pontífice, fueron testigos de un inusual silencio tras la lectura del Evangelio, seguido por la recitación del Credo.
El sumo pontífice, de 87 años, mostró signos de fatiga en su voz desde el comienzo de la ceremonia, y al llegar al momento esperado de la homilía, decidió dejar un espacio de reflexión personal en lugar de pronunciar el discurso preparado.
Esta inesperada decisión desconcertó a los presentes, ya que se trata de una ceremonia de gran relevancia en el calendario litúrgico católico.
Desde hace más de tres semanas, el Papa Francisco tuvo una gripe que le causó problemas respiratorios y dificultades para leer discursos extensos. Esta misma semana, durante la audiencia general del miércoles, tuvo que delegar la lectura de la catequesis a un colaborador debido a su estado de salud.
Aunque el Vaticano no proporcionó una explicación inmediata sobre la decisión del Papa de omitir la homilía, se presume que sus problemas de salud recientes podrían haber influido. Sin embargo, tras la misa, el Papa sí llevó a cabo el rezo habitual del Ángelus y compartió sus mensajes con los fieles.
La plaza estaba adornada con ramas de olivo y palmas, símbolos de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que fueron bendecidas durante la procesión que precedió a la misa.
El antiguo rito, que data del siglo IV, contó con la participación de 30 cardenales, 25 obispos y 350 sacerdotes.
“Vil atentado de Moscú”
Condenó el “vil atentado terrorista” del pasado viernes de Moscú, que dejó al menos 133 muertos y que calificó como “un acto inhumano que ofende a Dios”.
“Aseguro mis oraciones por las víctimas del vil atentado terrorista perpetrado la otra noche en Moscú. Que el Señor las acoja en su paz y conforte a sus familias”, dijo.
Francisco también mostró su esperanza de que “convierta los corazones de aquellos que protegen, que organizan y realizan estos actos inhumanos que ofenden a Dios, que ordenó ‘No matarás'”.
Asimismo, alertó del “riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor” en Ucrania, al tiempo que recordó la situación de Gaza, “que sufre tanto”.
“Recemos por todos nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra, de modo especial pienso en la martirizada Ucrania, donde tantas personas se encuentran sin electricidad”, manifestó.
Ello se debe a “los intensos ataques contra las infraestructuras, que no solo causan muerte y sufrimiento, sino que conllevan el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor. Por favor, no olvidemos a la atormentada Ucrania”, aseguró.
El papa también quiso recordar la situación de la franja palestina: “Pensamos en Gaza, que sufre tanto, y en tantos otros lugares de guerra”.
Por otro lado, homenajeó a las últimas víctimas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó de Colombia, una mujer y un niño de 14 años que fueron asesinados por desconocidos el pasado martes.
“Expreso mi cercanía a la comunidad de San José de Apartado, en Colombia. Hace pocos días fueron asesinados una joven y un niño”, dijo el pontífice al término del rezo del Ángelus posterior a la misa del Domingo de Ramos.
Y recordó que “esta comunidad en 2018 fue premiada como ejemplo de compromiso por la economía solidaria, la paz y los derechos humanos”.
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diciembre 7, 2024
