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El papa Francisco fustigó el sábado en el Vaticano, durante el Jubileo de los enfermos y los discapacitados, a los sacerdotes que no acogen a todo el mundo en su iglesia, sugiriéndoles que es mejor “cerrar” sus puertas que rechazar a ciertas personas.
Hablando en la gran sala Pablo VI, junto a varios niños trisómicos jugando a sus pies, el sumo pontífice reaccionó con emoción a una pregunta de una niña italiana, Serena, que le decía que no se sentía bien acogida en su parroquia y que no entendía por qué no podía comulgar.
“Serena, me pones en un problema, y si te dijera lo que pienso! Has hablado de una de las cosas más feas que existen para nosotros: la discriminación. Decir: tú no eres como yo, ¡vete! (…) Pienso en un sacerdote que no acoja a todo el mundo y le digo: cierra tu puerta, por favor. Porque o es todo el mundo o nadie”, insistió Francisco.
El pontífice argentino recordó que, a principios del siglo pasado, Pío X escandalizó a muchos responsables de la Iglesia por sugerir que la comunión tenía que ser administrada también a los niños, y no solo a los adultos.
Destacó la importancia de preparar este sacramento, ya sea un niño o un adulto, una persona enferma o no. Más de 20 mil personas enfermas o discapacitadas viajaron a Roma para el Jubileo, entre el viernes y el domingo.
El Vaticano quiere que este Jubileo de los enfermos y los discapacitados sea uno de los momentos importantes del Año Santo de la Misericordia, que empezó en diciembre, según reseñó AFP.