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Jorge Bergoglio mostró su dolor por estos sucesos desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano momentos después del rezo del Ángelus.
“Expreso mi cercanía a los familiares de las víctimas y a los heridos en el atentado perpetrado en Dacca y también en el cometido en Bagdad”, dijo Francisco.
“Recemos juntos por ellos, por los difuntos, y pidamos al Señor que convierta el corazón de los violentos cegados por el odio”, añadió.
El ataque en Dacca, que terminó el sábado tras más de doce horas de asalto, fue reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio y en el murieron 20 rehenes, dos policías y 6 atacantes.
Además, al menos 80 personas murieron y 135 resultaron heridas en un atentado con un coche bomba perpetrado esta madrugada en una zona comercial del centro de Bagdad, un suceso también reivindicado por el EI.