El papa Francisco volvió a lanzar este domingo un llamamiento para que se alcance la paz en Ucrania, tras casi dos años de guerra y cuando la llegada del invierno “amenaza con agravar las condiciones de millones de desplazados”.
“La guerra es un horror, la guerra ofende a Dios y a la humanidad, la guerra no perdona a nadie, la guerra es siempre una derrota, una derrota para toda la humanidad”, dijo el pontífice ante las miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano para escucharle tras el rezo dominical del Ángelus.
E instó de nuevo a la paz: “Dirijo una vez más mi llamamiento a la comunidad internacional y a cada hombre y mujer de buena voluntad para que trabajen, de todas las maneras, para detener esta guerra y hacer prevalecer el diálogo, la fraternidad y la reconciliación. Que haya, a todos los niveles, un compromiso renovado”.
En su mensaje, el papa expresó “su preocupación y dolor por el conflicto que continúa ensangrentando a la atormentada Ucrania. Desde hace casi dos años asistimos a una terrible secuencia de muertos, heridos, violencia y destrucción” y “los niños, las mujeres y los ancianos son las primeras víctimas”.
“Creemos que el invierno está a la vuelta de la esquina y amenaza con agravar las condiciones de millones de desplazados. Serán meses muy difíciles para ellos”, comentó, subrayando que “la concomitancia de la guerra y el frío es trágica”.
“Mientras nos preparamos para la Navidad y esperamos el nacimiento del Rey de la Paz, demos a estas poblaciones una esperanza concreta”, pidió Jorge Bergoglio, que insistió en que “la búsqueda de la paz no es responsabilidad de unos pocos, sino de todos”.
“Si prevalecen el hábito y la indiferencia ante los horrores de la guerra, toda la familia humana está derrotada”, concluyó.