El boxeador Valmore Áñez, o como se le conoce desde sus días de época dorada: el "Pequeño Rocky Marciano", afronta esta situación desde hace años
La sociedad y los gobiernos sufren de desmemoria. A corto o largo plazo, es una enfermedad tan vieja que ya parece no tener cura. Solo se puede imaginar lo frustrante que debe sentirse ser una gloria para tu nación un día, y al siguiente no ser nadie. Caer en el olvido. El boxeador Valmore Áñez, o como se le conoce desde sus días de época dorada: el "Pequeño Rocky Marciano", afronta esta situación desde hace años.
Áñez declaró al diario La Verdad que recurre a los medios para pedir ayuda a quien pueda ofrecerla. "No digo que necesito dinero, todos lo necesitamos para comer", afirmó el exdeportista de casi 80 años mientras declaró no tener dónde vivir, ya que se aloja en un pequeño rancho que cuida en el barrio Las Trinitarias. "Ahora estoy hablando con ustedes, pero puede que al volver, hayan sacado todas mis pertenencias a la calle. Quiero una casa para vivir".
Quien tuviera la oportunidad de presentarse en escenarios como el Madison Square Garden (Nueva York), aseguró que padece de una enfermedad en la vista que amerita una intervención quirúrgica. "Tengo cataratas en los dos ojos, hermano. Necesito operarme porque ya no puedo ni cruzar una calle solo".
El "Pequeño Rocky Marciano", quien pide dinero a diario, admitió que vive en soledad. Aparte de su deficiencia visual, oye parcialmente, es necesario elevar el tono de voz para que escuche. Su esposa murió hace nueve años y no ve a sus hijos a menudo. "Venezuela es un país muy rico. Ayudar a un deportista es lo más grande que puede hacer un ser humano", finalizó.
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