El planeta Tierra muestra la peor cara en su día

Millones de desechos son arrojados diariamente por todo el planeta (Foto: Archivo)

La contaminación e indiferencia hacen que aumenten las temperaturas y se derritan los glaciales. Desde 1990 se han perdido unas 129 millones de hectáreas de bosques

Alberto tiene una vida normal, una familia y una rutina. En su periplo por la vida sus prioridades son entretenerse, trabajar y en el contexto venezolano preocuparse por llevar la comida a su hogar. Su consumo es grande, sus desperdicios son arrojados a la calle y utiliza su vehículo para desplazarse a un lugar a pocas cuadras.  

En su entorno familiar, la palabra educación ambiental es prácticamente nula y su fijación por el cambio climático o los problemas ambientales no existe. Cada 22 de abril se conmemora el Día Mundial de la Tierra, cuyo origen data de 1970 cuando se da el inicio del movimiento ambientalista moderno al tomar las personas las calles y parques de Norteamérica para manifestarse por un ambiente saludable y sustentable. La celebración condujo a la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), así como la aprobación de leyes relacionadas.

El planeta vive uno de sus momentos más complejos y algunos de sus principales males son la reducción de la capa de ozono, causada por contaminantes arrojados en la atmósfera, la lluvia ácida originada por el dióxido de azufre de las industrias, que además afectan la composición del suelo, las aguas y la vida sobre el planeta. 

La basura, residuos y desechos que no reciben un apropiado tratamiento, contaminación sónica y de la tierra debido a la liberación de plaguicidas, residuos tóxicos, mineros y petroleros, la sobrepoblación, extinción y disminución de especies, la deforestación que hace estragos en los seres vivos y ocasionan el agotamiento de los recursos naturales, agudizan la situación del planeta. 

Más y más 

Gabriel Picón, creador de la Fundación Dos Aguas, recalcó que la destrucción de los bosques hace que se concentre el carbono y afecte la vida en el planeta. "Cada vez son más reducidos los bosques urbanos o áreas verdes y no nos preocupamos por eso. Solo pensamos en lo inmediato y cada día la contaminación es más grande. Intentamos solucionar los problemas de ahorita, pero qué pasará con el futuro".

El representante de la fundación explicó que las reservas forestales disminuyen y en las ciudades se vierten los desperdicios en los cuerpos de aguas sin utilizar plantas de tratamiento. "Las personas notan algunos cambios pero los ignoran. Es una cadena que afecta tanto el presente como el futuro. Las lluvias cada vez son más frecuentes o los veranos más extremos".

Picón relata que todo lo que hacemos ocasiona un impacto en la tierra y solo existe una, mientras que cada día son más las personas y las necesidades. 

Transformación

Según la ONU, en los últimos 40 años alrededor del 30 por ciento de las regiones naturales del planeta se deterioran de manera irreversible y aumenta la presión humana sobre los recursos naturales y el ambiente hasta en un 50 por ciento. Cada segundo es destruida media hectárea de bosques y las emisiones globales de dióxido de carbono sumaron 32 mil millones de toneladas en 2015, más del doble que las registradas en 1950.

A diario las personas reclaman espacio, comida y energía. Generan residuos y desechos que en muchos casos son altamente contaminantes. A lo largo de la historia surgieron diferentes iniciativas que intentan frenar los cambios tales como: el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, Protocolo de Montreal, Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Declaración de Río sobre Desarrollo y Medio Ambiente, Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París.

De mal en peor 

Las transformaciones son sustanciales y desde 1990 se perdieron unas 129 millones de hectáreas de bosques, una superficie casi equivalente a la de Sudáfrica según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

La temperatura promedio en el mundo entre los años 1850 y 2005 aumentó en aproximadamente 0,76 grados centígrados, sin embargo, se proyecta un aumento adicional de 1,4 a 5,8 grados para el 2100 mientras que el espesor del hielo ártico disminuyó en aproximadamente un 40 por ciento a escala mundial, lo que ocasiona un aumento del nivel del mar de 12 a 22 centímetros durante el último siglo y podría subir entre 26 y 82 centímetros a finales de este según el informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas.

Alberto, su familia y los habitantes de la Tierra en general continúan su vida normal. Los datos que apuntan hacia una problemática que no tiende a cambiar no le hacen mella en su pensar. Mientras que el planeta dé su vuelta, muchos desechos se arrojarán y la conciencia de lado volverá a quedar. 

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