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Incontenible. Hace un año la regulación de precios obligaba la venta del kilo de pollo entero a 43 bolívares mientras que en los mercados la realidad exhibía a 90 bolívares. Un incremento de 109,30 por ciento, lo que significaba 47 bolívares por encima del oficial.
En la última resolución de la Sundde, el precio se ajustó a 65 bolívares. Contradiciendo el “precio justo” la venta en los comercios se expone a 750 bolívares el kilo. Mil 53,84 por ciento de variación con alza de Bs. 685. La relación anualizada de los precios fuera de control arrojó 733,34 por ciento. Un incremento de 660 bolívares.
Ante la inflación que según el Gobierno flota sobre 80 por ciento, el sector avícola advirtió de los efectos en la producción. En reunión con el Ministerio de Alimentación se presentaron las incidencias en los costos de producción. La acción oficial se plasmó en otra medida que giró sobre los gastos de alimentación de las aves destinadas al engorde.
No se ajustó precio del producto. La decisión apuntó a nuevas categorías de alimento concentrado balanceado, distribuidos en preiniciador, iniciador y alta eficiencia. El tope máximo para el saco de 40 kilos para pollo ABA, de alta eficiencia para engorde, se publicó a mil 484,50 bolívares. El precio mínimo se precisó al preiniciador con Bs. 33,95 el kilo.
La industria tiene un escenario marcado por los impactos inflacionarios. Los consumidores también. Según Cendas FVM, el pollo está dentro de los 22 productos que presentaron “problemas de escasez” en octubre. Para los economistas la falta del rubro parte de las restricciones que tiene la oferta ante la demanda desbordada.
En los últimos datos publicados por el INE para el primer semestre de 2014, la frecuencia de consumo de pollo por hogares se registró diario, semanal, quincenal, mensual. La mayoría de las familias compra quincenal. El reporte indicó que de seis millones 498 mil 710 hogares, dos millones 736 mil 850 persiguen abastecerse.