domingo, diciembre 15, 2024
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El precio de la ignorancia

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¡Claro que un empresario quiere ganar, nadie invierte dinero y trabajo para perder! Pero decir que quienes contra viento y marea siguen apostando por el país lo que quieren es bajarles los sueldos a sus empleados y obreros para que no puedan comprar, es una vil falacia

 “Si usted cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”, es quizás la frase más contundente de Derek Bok, presidente de Harvard entre 1971 y 1991.

Vuelvo sobre este tema porque el precio de la ignorancia es infinito. En cualquier campo puede causar daños irreparables. Un médico mediocre puede matar a sus pacientes. A un ingeniero mediocre se le puede caer un edificio. A un abogado mediocre le pueden meter preso a un cliente inocente. Y todos ellos son consecuencia de maestros mediocres… Ni hablar de quienes tuvieron acceso a una pobre o ninguna educación. Ellos son víctimas de patrañas, mentiras, guisos, filfas, engañifas…

Ayer fui a un puesto de verduras muy visitado y tuve que hacer cola para pagar en el único punto de venta que funcionaba muy lentamente. Una señora que estaba detrás de mí se quejaba de los precios -en general todos nos quejábamos- cuando un señor que venía más atrás le dijo que no se preocupara, porque los precios iban a bajar cuando le quitaran los cinco ceros al bolívar. Me volteé atónita. La señora le dijo que a su sueldo también le iban a quitar los cinco ceros, que cuál era la diferencia. El señor intentó explicarle que eso no era verdad, “que el Gobierno quería bajar los precios, pero que los empresarios eran tan malos que querían bajarles los sueldos a sus empleados y obreros para que no pudieran comprar”. ¡Alabado sea el Señor! ¡A ese pobre señor había que empezar a explicarle desde el Big Bang! 

Lo que queda de la industria y el comercio venezolano ha sido a costa de grandes esfuerzos y grandes sacrificios. Muchos pequeños y medianos industriales y comerciantes han visto irse el esfuerzo de sus vidas en una dantesca combinación de corrupción, multas, controles de precios y “expropiaciones” que nunca se pagaron o que se pagaron a un precio irrisorio. ¡Claro que un empresario quiere ganar, nadie invierte dinero y trabajo para perder! Pero decir que quienes contra viento y marea siguen apostando por el país lo que quieren es bajarles los sueldos a sus empleados y obreros para que no puedan comprar, es una vil falacia. El Gobierno es el bueno y los empresarios, los malos. Sigue el adoctrinamiento, ¡claro que al Gobierno le conviene la ignorancia! Así manipula a su antojo. Así domina. Así se eterniza…

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