“El proyecto IndyCar en solitario era un gran paso” 

(Foto: Archivo)

Gil de Ferrán, director deportivo de la escudería McLaren admitió que el presentar el proyecto IndyCar en solitario era un “gran paso” para la escudería inglesa

El director deportivo de la escudería McLaren, el brasileño Gil de Ferrán, admitió tras la tercera sesión de entrenamientos previos a la 103 edición de las 500 Millas de Indianápolis, que el presentar el proyecto IndyCar en solitario era un “gran paso” para la escudería inglesa.

Pero también fue realista al decir que no esperaban que pudiesen ser los grandes favoritos en la carrera que se va a disputar el próximo 26 de mayo y más después de todos los contratiempos que han sufrido en los entrenamientos, incluido un grave accidente.

Los resultados no han podido ser más frustrantes con un primera sesión plagada de problemas eléctricos que sólo permitieron al piloto español Fernando Alonso acabar en el puesto 32, de los 39 corredores que salieron a la pista, y una vuelta más rápida de 224,162 millas por hora (360,641 kilómetros).

Alonso completó 50 vueltas, debido a todo el tiempo que tuvo que estar el coche en el taller para que le cambiasen el cableado eléctrico, el mismo que también le estropeó la prueba de entrenamientos del pasado 24 de abril.

Peor fue la experiencia del miércoles cuando Alonso, tras completar 46 vueltas, sufrió un aparatoso accidente del que salió ileso, pero dejó destrozado el coche que tuvo que ser retirado de la pista por una grúa, sin que este jueves saliese a pista, y lo hará el viernes, último día de entrenamientos, antes de la clasificación (sábado y domingo).

De Ferrán, quien comenzó su asociación con McLaren trabajando como asesor de Alonso en 2017, cuando el dos veces campeón de Fórmula 1 se enfrentó por primera vez a la carrera de las 500 Millas de Indianápolis, admitió el gran reto que se les presenta.

El expiloto brasileño enfatizó que la compañía no ha subestimado el desafío de tomar una ruta diferente, después que la última vez que participaron tuvo la experiencia de llegar asociados con Andretti Autosport.

En su regreso a la carrera este año, el equipo está ejecutando su propio programa con un solo automóvil, que lleva motores Chevrolet y algo de soporte técnico de Carlin.

“Definitivamente es un gran paso”, reiteró De Ferran. “También un gran esfuerzo, especialmente porque tenemos que asegurarnos de que podemos trabajar aquí al igual que lo hacemos en la Formula 1, sin crear ningún problema con ninguno de los dos programas”.

Ferran reconoció que antes de tomar la decisión final de volver a las 500 Millas de Indianápolis se hizo un gran trabajo de reflexión.

“Se pensó mucho en la planificación, y esperamos que podamos ejecutar tan bien como lo planeamos”, valoró Ferrán. “El desafío es enorme, obviamente. Y estamos muy conscientes de eso. Tenemos alguno profesionales muy buenos, están dedicados al programa, son personas muy talentosas y experimentadas. Pero armar un equipo lleva tiempo, y nunca es fácil”.

De Ferrán reconoció que McLaren sabe lo difícil que será enfrentarse a pilotos establecidos como los que forman parte de los equipos del Team Penske, con quien el mismo ganó la prueba en la edición del 2003, y más después de no haber podido entrenar bien.

“Estamos compitiendo contra muy buenos equipos que han trabajado juntos durante mucho tiempo, y ellos saben lo que hacen”. ¡Lo sé porque solía ser parte de uno de esos equipos!.

Una vez más, De Ferrán, insistió que lo peor que podría pasarles es que se subestime el desafío que se les presenta con el programa de competir en las 500 Millas de Indianápolis.

“No hay que subestimar el desafío que tenemos por delante en este frente. Estamos tratando de poner nuestro mejor pie adelante y veremos los resultados. Pero, obviamente, Fernando (Alonso) no necesita presentación, está sobresaliente y siempre toda una garantía al frente del volante, sin importar las dificultades”.

En la misma línea se expresó Zak Brown, el CEO de McLaren, quien fue más directo que De Ferrán al admitir que ganar la carrera de Indianápolis era “algo terriblemente difícil” y más después de todos los incidentes que han afectado a la puesta a punto del monoplaza.

“Creo que la tarea para Indy que hemos asumido es una gran reto”, comentó Brown. “Elegimos la forma más dura de llegar a la competición, después que en el 2017 al asociarnos con Michael Andretti aprovechamos de manera eficaz la experiencia de un equipo que ha estado presente y ha tenido mucho éxito en la prueba, y ahora es mucho más difícil comenzar un grupo nuevo”.

Sobre todo al tener que enfrentarse a los clásicos que están ya establecidos como es el caso de los de Andretti y Penske.

Sin embargo, también reconoció que al final lo que cuenta es lo que pueda suceder en la pista en el día de la carrera, y de alguna manera siempre hay un poco de lotería en la misma.

“Tenemos muy claro que no será fácil, pero tampoco nos descartamos de la posibilidad del triunfo”, analizó Brown. “Creo que va a ser muy difícil, y por lo tanto debemos ir paso a paso, como es pensar primero en la calificación, con Alonso recuperado, y luego veremos”.

Brown, quien pidió “calma” por lo sucedido en los entrenamientos, agregó que no se ha tomado ninguna decisión sobre cómo podría expandirse el programa de McLaren en Estados Unidos en el futuro.

“En lo que respecta a IndyCar, tenemos todo el equipo, hemos construido el auto en nuestras instalaciones, lo que significa que hemos dado un paso más adelante y establecido lo que podría ser la base del programa y el comienzo del plan, pero no lo tenemos finalizado más allá de Indy este mes”, agregó.

 

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