Alfredo
Cinco años le tomó a Alfredo Huek, cineasta venezolano, que su ópera prima llegara a las salas de cine del país. Paquete 3, una película de humor y reflexión llega hoy con el firme propósito de entretener a los espectadores.
La cinta fue filmada en Mérida y contó con el apoyo de la Universidad de Los Andes. Huek comentó que la idea de realizarla en esa ciudad fue por razones de “abaratamiento de costos”, las locaciones estaban cerca, el traslado era más fácil y la ULA contribuyó en gran medida con la producción. “Algunos de los salones fueron nuestras oficinas y depósitos”.
Alfredo es hermano de Luis Carlos Hueck, director de la taquillera Papita, Maní, Tostón, quien también participó activamente en la realización y, más aún, fue precursor de la idea principal. En conversación con La Verdad Alfredo comentó que Paquete 3 nació primero que la película de su hermano pero “por cuestiones de la vida” aquella se adelantó. “Yo escribí Paquete 3 hace muchos años, incluso mi hermano me ayudó con el guion pero por varios factores tuve que retrasar la realización. Estuvo lista en 2010 pero no fue hasta este año que logramos la distribución y exhibición con la ayuda de la Villa del Cine”.
Aunque el filme se grabó hace cinco años, su director asegura que la historia no perdió vigencia, incluso, se cumplieron varios “designios” que se dejan ver en la trama. “Al escribir yo exageré muchos de los casos e irónicamente se han cumplido. Por ejemplo, se toca el tema de la subida del dólar y muchos otros temas como la inseguridad y las fallas eléctricas que en aquel entonces no eran tan fuertes como ahora”.
Comprometidos
Si bien es cierto que el cine venezolano ha tomado auge en los últimos años, Huek afirma que esta cinta tiene todo para competir con grandes producciones de Hollywood que están en cartelera. “La particularidad que tiene esta película es que la gente se puede pasear por un sinfín de emociones mientras la ve. Pueden reír y llorar a la vez pero también se detendrán a pensar de qué se está riendo o por qué están llorando”.
El director está consciente que cada vez los títulos nacionales son mejores, de talla internacional y con una impecable realización y estos últimos años afinó detalles para obtener la mejor crítica por parte de los cinéfilos. “El cine venezolano aumenta, cada vez hay más colegas que se atreven a hacer nuevas historias y por eso la gente está exigiéndole cada vez al cine en nuestro país”.