El Rey desnudo

 

¡El Rey va desnudo!. Setenta y cuatro hojas han servido para desnudar al régimen ante el mundo, con lujo de detalles, estadísticas e información oficial del propio Gobierno e instituciones del Estado, el Gobierno venezolano ha sido desenmascarado

¡El Rey va desnudo! ¡El Rey va desnudo! Gritaba el niño en la calle, de esta manera les advertía a todos, incluyendo al Rey que este no vestía el hermoso traje que según los sastres tramposos que lo confeccionaron, era invisible a los ojos de los tontos. Por supuesto que cuando el Rey se dio cuenta que lo habían estafado, era demasiado tarde, los sastres ya no estaban, habían huido con todas las joyas y el dinero recibido.

¡El Rey va desnudo! ¡El Rey va desnudo! Le ha gritado Almagro (OEA) al presidente Maduro y su gobierno, 74 hojas han servido para desnudar al régimen ante el mundo, con lujo de detalles, estadísticas e información oficial del propio Gobierno e instituciones del Estado; el Gobierno venezolano ha sido desenmascarado, todo un expediente judicial en donde corrupción, narcotráfico, violación de los derechos humanos, impunidad y secuestro institucional son las palabras claves que desnudan a un gobierno que pretende seguir engañando al mundo sobre las bondades del “socialismo del siglo XXI” y el legado del “chavismo”.

Este último informe de la OEA junto a los últimos informes de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y recientes declaraciones de varios de sus voceros, completan todo un expediente que como decimos los abogados en términos procesales, ha llegado a etapa de sentencia, las cartas están echadas y solo hay dos opciones: 1) El Rey sigue creyendo que está vestido, hasta que alguien de su entorno se dé cuenta que está desnudo y actúa sublevándose en su contra; 2) El rey se da cuenta que efectivamente está desnudo, se pone la ropa y cambia de rumbo (elecciones generales). Pase lo que pase, hay un expediente con graves violaciones de carácter penal que según el derecho internacional no prescriben, tarde o temprano los culpables serán castigados.

Además de los súbditos del Rey, pareciera que hay en nuestra terca oposición, la obsesión de seguir cometiendo errores para mantener al Rey vestido en el tiempo, teniendo poderosos argumentos como los expresados en estas líneas, siguen empeñados en una agenda que desvía el rumbo del destino al que hay que llegar. Nuevamente la ruta está clara, “elecciones generales”, pero el debate en los partidos y líderes políticos es “revalidar o no” y “elecciones regionales” dando como resultado, confusión, dispersión y dilación de tiempo. 

¡El Rey va desnudo! ¡El Rey va desnudo!, ahora solo falta, tal como nos relata la fábula, que los tontos que lo siguen viendo vestido, abran los ojos y se den cuenta que el Rey está desnudo.

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